Una de nosotras recién ha salido del cine de una película maravillosa.... La la land. La ciudad de las estrellas. Salió de la sala con una alegría en el cuerpo y música en su mente. Fue a la sesión nocturna y al llegar al aparcamiento que hay bajo el centro comercial donde están los cines, no pudo, junto a su pareja, más que ponerse a bailar. Menos mal que las horas eran propicias y no había público que amedrentara la escena, porque no había el más mínimo parecido con Gene Kelly y Ginger Rogers, más bien lo contrario....
El caso es que el colorido de la película, su magnífica banda sonora y los guiños a los musicales de los años 40 holliwoodienses no dejan indiferente. Una historia de amor entre una aspirante a actriz y un pianista de Jazz dan hoy pie a nuestro post en el que, de nuevo, la música se vuelve a meter en nuestras vidas y, cómo no, en nuestros hogares. Y una curiosidad, el protagonista masculino Ryan Gosling, aprendió a tocar el piano en mes y medio y cuatro horas diarias, ¡todo un record! Una de nosotras intenta aprender con el teclado de su hijo, y puede asegurar a ciencia cierta que.... ¡no es nada fácil! Habrá que insistir....
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Seguro que más de un@ de vosot@s ha visto ya La la land, La ciudad de las estrella... Si es así, ¿os ha gustado tanto como a una de nosotras? La otra de nosotras irá en breve a verla, pero ya está segura de que la fascinará. Ya os contaremos.