He aquí mi última obsesión. Y no es otra que uno de los iconos de los setenta y que popularizó la actriz Sylvia Kristel con el controvertido y sensual cartel de la saga Emmanuelle. Ahora que los muebles de fibras naturales son tendencia, creo que esta pieza es el mayor exponente, y por consiguiente, no puedo evitar incluirla en mi lista de adquisiciones futuras.
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Es la llamada Peacock Chair, que traducido significa ‘La Silla Pavo Real’ ya que la original simula en su trenzado del respaldo, hecho de mimbre o ratán, las plumas de este ave tan exótica. Originalmente decoraba las casas de las viviendas de las colonias francesas ubicadas en el Sur del Pacífico, con lo que ya en sus inicios se convirtió en símbolo de glamour y sofisticación. A la hora de buscar un estilo bohemio me parece un elemento fundamental. Una combinación perfecta es junto a una alfombra kilim, una palmera XL, algún detalle en macramé, y textiles con elementos florales. Muy hippy-chic.
Estaba pensando en ubicarla en un rincón de mi dormitorio pero no acabo de decidirme. Lo que sí tengo claro es que me quedo con la Peacock de siempre, la de color natural, aunque reconozco que en tonos fluor también tiene su punto. ¿Qué os parece esta pieza? ¿Os atreveríais con ella?