Uno de los últimos proyectos en los que estoy trabajando es la decoración de un pequeño apartamento de soltera. Lo de ser una vivienda para una persona sola, no quiere decir que tenga que ser pequeña pero en este caso contamos con espacios bastante reducidos.
En dormitorio es tan pequeñito, que apenas se puede colocar un taburete a efecto de mesilla de noche, pero eso si, tiene un rincón cerca de la ventana que es un auténtico bomboncito y es aquí donde se va aprovechar el espacio al máximo.
El problema de estos dormitorios tan pequeñitos es que hay que tirar de imaginación para conseguir que sea funcional y que nos ofrecezca la comodidad que buscamos. Necesitamos elementos prácticos y que nos den resultado.
Pues de eso es de lo que os quiero hablar hoy, de como una simple escalera de madera o bambú nos soluciona los problemas que nos ocasiona la necesidad de colocar los objetos o ropa que más a mano debemos tener.
Apenas ocupan sitio, sólo necesitamos un trocito de pared para apoyarlas. Dependiendo de las medidas y escalones que tenga vamos a disponer de cuatro, cinco o incluso más peldaños para poder colgarlo todo y verlo de manera organizada. Otra cosa que tienen es que se adaptan a cualquier estilo o espacio.
Aunque son una buena solución para los espacios pequeños quedan igual de bien en un vestidor o habitación más amplia. Aportan mucho estilo y una cosa que me encanta de ellas a diferencia de los percheros es que con una escalera las paredes se marcan y ensucian menos.
En baños, cocinas, recibidores o incluso exteriores. De aspecto más rudimentario, chic o romántico, todo va a depender del color o con lo que la vayáis a compañar. Lo que está claro es que vérsatiles son un rato.
Además de que nos sirvan para dejar la ropa, también se pueden colocar en ellas zapatos, bisutería, bolsos y accesorios e incluso nos sirven para dejar las revistas.
Falta poco ¡¡Muy pronto!!