La cerámica de Manises fue la loza europea más famosa de la Edad Media. Tras un periodo de declive, su calidad y su atractiva factura han vuelto a situarla en primera linea decorativa. En el siglo XIV se produjo su máximo esplendor, adquiriendo prestigio mundial y exportándose a toda Europa. Papas, nobles y reyes la encargan para decorar sus palacios y residencias.
En principio, estaba decorada con motivos en azul sobre blanco, pero es la técnica del reflejo metálico lo que la hace famosa en el s. XIV. Las piezas se decoran con dorados suaves, verdes y morados rojizos, que luego derivarán en castaños claros y cobrizos. En el s. XVIII y XIX estos motivos de lustre decaen y las decoraciones se vuelven más coloristas y populares. Los motivos de dibujos heráldicos, figuras humanas, animales, inscripciones y geometrías resultan habituales. Los motivos vegetales son una gran inspiración: frutas, flores y hojas aparecen profusamente. Se producen tanto elementos utilitarios, vajillas, lámpara copas, jarrones… como elementos puramente decorativos, sin olvidad los azulejos que fue una producción muy importante
A nosotros es una cerámica que nos encanta por sus formas, sus colores… Así que no dudamos en comprar una en un anticuario de Oropesa del Mar, a muy buen precio, por cierto.
Y le hemos puesto algunas de nuestras pantallas que tenemos en el taller. Nos ha encantado el resultado
Una pantalla de etamín beis fruncida, y una pantalla de tela de estampado florar plisada, preciosas las dos combinaciones
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