Los materiales que necesitaremos serán mínimos:
Chalk paint en spray de Novasol
Bolas de diferente tamaño de poliestireno. Se pueden encontrar en tiendas de manualidades
Kit cableado para lámpara de techo. Los venden en ferreterías, tiendas de iluminación y grandes superficies
Palillos de comida china y palillos largos (tipo pincho moruno).
Empezaremos perforando todas las bolas que vayamos a utilizar para después pasar el cableado por su interior. Para ello, se ha utilizado un palillo de comida china, aunque se puede buscar cualquier objeto similar que tengamos al alcance (una varilla, un lapicero afilado…).
Por su parte, pinchándolas con los palillos lograremos que pintarlas sea más fácil. Lo bueno del chalk es que es completamente respetuoso con el poliestireno, sin dañarlo, a diferencia de otros tipos de pinturas. Además, el acabado ultramate le dará un aspecto de madera o piedra que hará especial nuestra lámpara. ¡Nadie diría que es “corcho”!
A medida que vamos pintando las bolas, dejaremos unos minutos para que se sequen sin tocarse entre ellas. En este caso se ha hecho introduciendo los palillos que las sostienen en un vaso.
Podemos pintar también el casquillo y el embellecedor de techo. En este caso para un conjunto más pro se ha aplicado el verde menta, a juego con el color de las bolas.
Sólo nos quedará el montaje. Empezaremos desmontando el embellecedor esférico y dejando el cable desnudo al descubierto. Iremos insertando en él bolas alternando color y tamaño, hasta tener el largo deseado.
Finalmente montamos de nuevo el embellecedor y ya tenemos una lámpara sencilla y divertida.
Es tan original que puede encajar en un ambiente sobrio o uno informal como el dormitorio de los niños. ¿Qué uso le darías tú a la lámpara?