Encontré una vieja lámpara de techo, la típica de oficina, en el desván
de la casa de mis padres.
Estaba en bastante mal estado, con el cableado y el casquillo
destrozados e inservibles. Sin embargo, la pantalla de peltre verde
y blanca me encantó y pensé que podía servirme para algo.
Desmonté la lámpara, me quedé sólo con la pantalla y a partir de ella
he hecho una lámpara colgante de pared.
De un flexo que no me entusiasmaba y que ya no utilizábamos,
tomé el nuevo cableado.
De mi cajón "en esta casa no se tira nada, nada", recuperé un
casquillo negro y una pieza para colgar lámparas de techo.
Unos destornilladores, una escuadra de madera para baldas y
un tapón negro de un bote de spray, al que hice un agujero con un
punzón calentado al rojo, son los materiales que necesité.
Tras recuperar el cable del flexo, lo introduje por los agujeros del
lado más largo de la escuadra.
Después pasé el tapón, la pantalla y la pieza de colgar lámparas.
Finalmente hice el empalme eléctrico y enrosqué la pieza al casquillo.
Esta pieza mantiene el casquillo recto y sirve de eje para la pantalla,
quedando oculta bajo el tapón de spray.
Y así quedó la lámpara tras anclar la escuadra a la pared.
Con elementos que tenía en casa, he conseguido una lámpara linda
y low cost de una manera rápida.
Justo los requisitos necesarios para participar en los Findes frugales de
Colorín Colorado, donde podremos encontrar muchas más ideas frugales.
¿Me acompañas?
Por mi parte os deseo un ¡feliz fin de semana!