Antes de verano empezaron con obra y pensé..."vaya, le irán a dar un aire nuevo". Y nada más lejos de la realidad porque no sólo reformaban ese local sino que Rodilla ha decidido dar una nueva imagen corporativa a toda su marca.
Dejando de lado estrategias empresariales y temas de marketing, su transformación más visual pasa por el cambio de logo, el formato de su carta de sándwiches y menús y por supuesto el cambio de diseño en el interior de sus locales.
Para analizar el nuevo concepto que esta cadena de alimentación quiere proyectar nos tenemos que remontar a sus orígenes, ya que, fundamentalmente han querido dar una imagen de artesanía y tradición.
El primer Rodilla se abrió en el Madrid más castizo (Plaza de Callao) en 1939, por su fundador, el charcutero Antonio Rodilla y de ahí el cambio de su logo.
Ahora el interiorismo de estos espacios recrea un ambiente años 50 para trasladarnos al pasado y hacernos sentir en un local de toda la vida, donde sabemos que vamos a estar cómodos y pasar un rato tranquilo y agradable.
Un estilo retro que se plasma en el suelo, las paredes y el mobiliario, con una estudiada combinación de texturas y materiales.
Para los muebles han optado por mesas de madera con aire rústico en contraste con típicas mesas de piedra con pie de fundición. Se añade una cuidada combinación de sillas de madera, butacones de cuero y sillones de piel.
Para los suelos han elegido un revestimiento artesanal, un mosaico con formas geométricas de baldosas hidráulicas, que te transporta a "un restaurante con solera".
Para continuar con el ambiente vintage, las paredes se han decorado con imágenes y cartelería de la época, así como, unas estudiadas fotografías con el fondo negro para que los protagonistas sean, sin duda, sus famosos sándwiches.
fotos via
En resumen y como lo define, en esta entrevista, María Canceller, Responsable del Grupo Rodilla,
"Es lo antiguo hecho moderno".
¿Qué os parece este nuevo concepto? ¿Os gusta el cambio?