..., con pintura blanca a la tiza para el pie,
... y también para la pantalla, que ya habíamos quitado al fotografiar la lámpara.
El papel fue el segundo elemento elegido para el cambio; el mismo que empleamos en esta lata, y del que conservábamos un par de pliegos. Dividimos la pantalla en dos mitades para sacar el patrón.
Cola de decoupage sobre la base,...
..., y sobre el papel para protegerlo. Al ser de seda, es muy finito y delicado, así que hay ir con cuidado al trabajar con él, además, se arruga muchísimo al aplicarle el protector. Sin embargo, el calor del secador obra milagros.
Fijaos lo terso que luce una vez seco del todo ¡ni un lifting, vamos!
Aquí podéis apreciar la unión de las dos mitades,...
..., y cómo el verde tamiza la luz, una vez encendida.
Al pie, le hemos dado tres manos de pintura, y un ligerísimo lijado.
Así de botánica luce ahora la lámpara, y de llamativa... ¡Protagonista absoluta de su nueva vida!
Y con ella nos vamos, como es costumbre los viernes, a casa de Marcela y su Finde Frugal. ¿Os lo vais a perder?
¡FELIZ FIN DE SEMANA!