Lo primero que tenemos que hacer es decidir los colores, yo recomiendo no coger mucha variedad, dos como mucho y combinarlos con un tercero que será el “marrón chocolate” ya que nos da bastante juego a la hora de escoger dulces: bombones, piruletas de chocolate, bolitas de chocolate, conguitos, mousse, tarta, etc.
Fuente: etsy.com
Los otros dos colores deben combinar bien y estar relacionados con la temática de la mesa. Algunas de mis combinaciones favoritas son : rosa y blanco, azul y blanco, rosa y verde, amarillo y azul…
Fuente: sweet designs by Amy Atlas
Ahora toca diseñar, primero haremos una lista con todas las cosas que vamos a servir en nuestra mesa y luego cogeremos papel y lápiz y empezaremos a dibujar como vamos a ir colocando las cosas. Todo lo que está encima de la mesa tiene que ser accesible a todo el mundo, así que os recomiendo poner distintas alturas y esto lo podemos conseguir con algunos elementos de vajilla más altos o forrando cajas de cartón y poniendo cosas encima.
Fuente: Little Cake Party
Siempre diseño las mesas dulces con tiempo, y el dibujo de la presentación final lo cambio miles de veces porque se me van ocurriendo cosas en los momentos más insospechados, así que suelo empezar una libretita pequeña con cada mesa que voy a hacer y la llevo en el bolso para ir anotando nuevos diseños, formas de presentación que se me ocurren o productos dulces o salados que me encuentro de repente y creo que pueden ir bien.
Una vez cerramos el diseño definitivo tenemos que organizar con que antelación tenemos que comprar cada cosa, cuando tenemos que preparar las “manualidades de la mesa” y cuando hacer cada plato de los que vamos a servir. Los dos o tres días previos a la elaboración de la mesa suelen ser bastante moviditos.
Fuente: Just call me Marta
Y llego el día, hay que ponerse manos a la obra y veréis el resultado, ya os adelanto que estaréis muy cansados, pero enormemente satisfechos.
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