Estamos a punto de entrar en febrero, mes del amor, por lo que mi
aportación a los Findes Frugales de Colorín Colorado de esta semana
es un pequeño trabajo handmade que podemos convertir fácilmente
en entrañable detalle para San Valentín.
Se trata de un mini álbum de scrapbook que he realizado a partir
de una baraja de cartas en desuso.
Necesitaremos básicamente la baraja, un perforador de agujeros
pequeño, una remachadora de ojales metálicos, cordón, tijeras,
papeles y pequeños recuerdos o adornos que tengan un significado
especial para la persona a la que vayamos a agasajar.
Comenzaremos perforando una de las cartas con dos agujeros
equidistantes de los laterales largos si queremos un álbum
apaisado, o de de lo laterales cortos si decidimos hacer
un scrapbook tipo libreta.
Yo me decidí por el formato apaisado.
Podríamos utilizar una taladradora normal para practicar
los agujeros pero el resultado es siempre mejor con una
perforadora de agujeros pequeños que podemos encontrar
en tiendas de manualidades.
A partir de la primera carta perforada. iremos trasladando las
medidas y perforando las demás.
Pegaremos las cartas de dos en dos, dejando a la vista el reverso
con su característico dibujo.
Un gran descubrimiento para pegar materiales crafts ha sido el
aplicador de cinta adhesiva de doble cara. ¿Lo conocíais?
Es rápido, limpio y resistente: os lo recomiendo.
Con la remachadora de ojales metálicos (podéis encontrarla en las
asians shops), aplicaremos los remaches en dos de las cartas que
serán las que utilizaremos como tapas del álbum.
Después, ayudados de una aguja de lana, pasaremos un cordón
por los agujeros.
Para conseguir una encuadernación más duradera y original yo corté
el cordón a la medida que creí necesitar y así poder trabajar con ambos
extremos, de modo que una vez pasado el cordón de agujero a agujero,
volví a pasar cada extremo por encima del lomo del álbum.
Finalmente, tras tensar el cordón pero dejando la holgura necesaria
para abrir fácilmente el álbum sin que los ojales se rajen,
lo anudaremos en el centro de una de las caras.
Ya sólo nos queda ir añadiendo en la cubierta y las hojas de nuestro
miniálbum pequeños adornos y detalles que lo decoren y cuenten
nuestra especial historia.
De este modo hemos conseguido un detalle encantador, handmade,
lowcost y personalizado para sorprender gratamente
a la persona amada.
¿Os gusta?