--¡¿Pero qué dices?! ¿Quién te has creído que eres? ¡Dos sirvientes, a falta de uno! Y chinos, ¡nada menos! Pero que falta de humildad y que..., que..., que..., ¡racismo! O, mejor, xenofobia...
--¡No, hombre, no! ¡No te aceleres! Que tengo dos sirvientes chinos, sí, pero de PORCELANA.
--¡Aaaah, bueno! Ya me parecía a mí...
--¿Quieres verlos?
--¡Claro! Me encantan las figuras de porcelana.
--Pues mira éste, qué bonito es.
--Sí, me encanta. Sobre todo sus colores. Ya me lo imagino en la consola de la entrada, o en la estantería del salón...
--Míralo por todos lados:
--¡Es precioso! Y, ¿cuánto mide?
--Pues..., 31cm. de alto. Y tiene el sello de autenticidad en la base.
--¡Es verdad! Parece muy antiguo.
--Bueno, no mucho, será de los años 70 aproximadamente. Pero para antiguo mi otro sirviente...
--¡Madre mía! Me parece espectacular..., y es más grande, ¿verdad?
--Solo un poco: 34cm. Pero tiene una porcelana finísima decorada con dragones en azul cobalto sobre blanco. Es una maravilla, mira:
--Sí que lo es. Déjame ver el sello de la base.
--¿Te gusta, eh?
--Me gusta muchísimo. Ya lo veo sobre mi tocador, o en la biblioteca, o...
--En cualquier sitio quedan bien mis sirvientes chinos. Además, si te fijas, verás que los dos son "portadores de la llave", guardianes del hogar, al que darán mucha suerte...
--¡Los quiero!
--Pues ya sabes: eltrasteroantiguo@gmail.com