El otro día viendo la televisión descubrí un programa que trata de agentes inmobiliarios que venden mansiones, me quede un rato embobada y boquiabierta entre conversaciones que trataban de cantidades desorbitadas (al menos para mi) tanto de metros cuadrados como de millones de dólares, vistas al mar, servicios, ofertas, contraofertas… y entre todo aquello, de repente apareció lo que los protagonistas del programa definieron como “la mejor mansión de Beverly Hills”; personalmente no se si he visto algo mas horrible que aquella vivienda.
Una cocina que bien podria ser tres veces la casa en la vivo, no hablamos de los salones, porque no tengo espacio aquí para poder definir aquello, sala de masaje, zonas de recreo, reuniones, descanso, piscinas de interior de exterior…. imaginaros! A lo que quiero llegar con todo esto, es que creo, y esto me reafirmó, que los metros de espacio no son necesariamente un signo de estilo a la hora de decorar una casa, si es cierto que muchas veces se asocian con lujo, pero aun así, considero que se puede lograr una estética llena de estilo, y con, lo que podríamos denominar, toques lujosos en pocos metros.
La vivienda que hoy recorremos es la prueba de ello, pocos metros, repletos de objetos, que rebosan estilo, y que en su conjunto total, desprende cierto regusto a lujo. Utilizar cromados dorados en su justa medida puede ser un pequeño truco para lograr esa sensación, si a eso le añadimos piezas con cierto estilo mas bien clásico y la combinación de blancos y negros, el resultado es exactamente el que veis en las imágenes de este post. Que? os gusta el lujo? Feliz Lunes!!
Via: LiveJournal
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