La idea es siempre recurrir a los básicos y sobre todo colores como el blanco, negros, grises o cualquiera de la gama de los neutros, dejar el color en un segundo plano para cojines, alfombras y algún complemento decorativo, pero para verlo nada mejor que un buen ejemplo como el piso de estilo nórdico del post de hoy, con 36 metros cuadrados han sabido sacarle el máximo partido a cada cm y sin prescindir del color ni del estilo.
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Mostazas, turquesas y hasta grises, mezclas de estilos y sobre todo de colores, por eso me ha gustado tantísimo este pequeño apartamento, porque a veces no sabemos muy bien como mezclar colores a la hora de decorar y es una perfecta lección de estilismo.
¿Qué os han parecido los colores que decoran este piso?
FELIZ FIN DE SEMANA