Y con muebles básicos nos referimos a una mesa y sillas, claro está. Aunque el estilo difiera dependiendo de las limitaciones de la casa en concreto, cualquier familia que se precie debe contar con una pequeña mesa y un par de sillas que les permitan sentarse a relajarse bajo la luz del sol o al caer la tarde.
Si cuentas con un espacio limitado por vivir en un piso, pero aún así tienes un balcón, terraza o patio, puedes optar por una mesa de aluminio. El aluminio es un metal muy ligero y que además no se estropea apenas bajo el efecto de la lluvia y del sol. Además, es muy sencillo de limpiar (con pasar un trapo húmedo es suficiente) y fácil de re-alocar en caso de que sea necesario.
Para acompañar, un par de sillas también de aluminio son una buena opción. Para hacerlas más cómodas, siempre se les puede añadir un cojín en el asiento, aunque se recomienda no dejarlo fuera todo el tiempo para que no se moje o se estropee.
Por el contrario, si vives en un adosado con jardín o en una casa individual con porche, la madera es una mejor opción. Es considerablemente más cara que el aluminio y más difícil de mover, pero estéticamente es más adecuada que una mesa de aluminio. Aunque si es cierto que una mesa que mezcle metal y madera (metal en las patas y madera en la plancha para usar de apoyo) también es muy adecuada, y probablemente sea más asequible.
En cuanto a las sillas, dependerá un poco del estilo de la mesa, pero se pueden combinar perfectamente sillas metálicas con mesas de madera o madera y metal, simplemente hay que procurar que las tonalidades del metal o de la madera sean similares en la mesa y las sillas.