Muchos de los defensores de esta idea la apoyan hasta el extremo de afirmar que si vendes un concepto tradicional, el interiorismo comercial tiene que seguir esta línea, o si tu producto es tecnológico, tienes que apostar por una decoración minimalista o casi futurista.
Mi opinión está muy lejos de esta postura. Creo firmemente en la aportación que el contraste hace a nuestras vidas: Las cosas muestran su esencia mediante contraste.
Os pongo un ejemplo, la O2 CONCEPT STORE en Greenwich Peninsula, Londres.
Este lay out de O2 pretende sumergir al cliente en un espacio creativo, donde interactuar en las cuatro áreas en que estructuran la tienda: Fotografía, Video, Música y Juegos. Para ello, cada área está protagonizada por mesas interactivas donde los empleados, lejos de ser vendedores, ayudan al cliente a disfrutar de una experiencia de creación.
Si te contaran esto y no vieras las imágenes, ¿qué tipo de interiorismo aparecería por tu cabeza? Quizás, la mayoría de nosotros, y tratándose de una compañía tecnológica, construiríamos un espacio en nuestras mentes que poco tendría que ver con elementos naturales o aspecto bio. Pues bien, en mi opinión, es justo eso lo que ha hecho de este interiorismo una contribución decisiva a este éxito comercial.
Han mezclado en la dosis justa recursos minimalistas, con toques propios de decoración industrial, como elementos de estructura vistos o mostradores realizados a base de traviesas de vías apiladas, utilizando en todo el conjunto texturas y materiales naturales que en pricipio nada tienen que ver con la tecnología.
Dicho esto para situar mi criterio, tengo que decir que sí confío plenamente en el poder de unos muebles vintage o una decoración industrial para vender hand made. La coherencia que se produce entre estas maneras de hacer y de estar, la valoración y el aprecio de los efectos del paso y del empleo del tiempo, hacen que juntos aúnen sus fuerzas para dar como resultado un concepto comercialmente exitoso. Os dejo en buena compañía, estas fotos lo dicen todo:
TAMP&PULL- Budapest
SERRAJÒRDIA- Barcelona
CAFÉ PINSON- Paris
Y tú? Que piensas? ¿Eres partidario de utilizar estilos de decoración afines al producto? o, por el contrario, crees que el contraste aporta matices interesantes.
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