Que la decoración nórdica, blanca y sencilla, es de mis favoritas, no es ningún misterio.
Si sigues los jueves los post de decoración, lo puedes comprobar.
Pero también es verdad que de vez en cuando me gusta mostrar cosas diferentes, cosas deco que yo misma pondría en mi casa, y con las que puede que me anime algún día.
Me gustan las bases minimalistas donde después puedes recrear un mundo nuevo con pequeños toquesque marquen la diferencia, como las claves de esta vivienda:
POCAS PAREDES BLANCAS
Se juega con los papeles estampados y pinturas de color para identificar cada una de las estancias. En la cocina se ha colocado un estampado arlequín en verde agua que recorre todo el mobiliario. La zona de la entrada con un papel en tonos rojos que centra la atención en los detalles. Y la habitación infantil con un gran mapa que recorre todo el lado de la cama, espectacular y perfecto para la habitación de los niños
UNIDAD DEL SUELO
En toda la casa e incluso en la cocina destaca el suelo de madera oscurecido en contraste con los tonos claros y luminosos del mobiliario. El suelo de las habitaciones se cubre con moqueta gris que aporta calidez a la casa en invierno.
DISTINCIÓN DE ESPACIOS
La zona de salón-comedor-cocina se distribuye de una forma lógica, con la mesa de comer cercana a la entrada de luz, la zona de televisión enfrentada con el sofá a modo de separador, y la cocina abierta en L y con una zona de barra que corta y redistribuye los ambientes.
PLANTA DIÁFANA
La planta de esta vivienda es sencilla, con tres dormitorios en la zona de noche y la unión de cocina y comedor en la zona de día, amplia y diáfana.
PEQUEÑA GRAN TERRAZA
Un balcón desde el dormitorio principal, que en esta vivienda se utiliza como zona de despacho, con vistas a un gran patio, y decorado con pocas piezas pero suficientes para toda la familia. Ver esa nieve ahora en verano, refresca ¿verdad?
Una vivienda sencilla, decorada en base blanca y con paredes que no dejan indiferente, ¿te animas a hacer algo similar en la tuya?
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