Nuevos superalimentos



El miércoles fue fiesta en Madrid y aproveché para hacer un desayuno saludable

y nutritivo que disfrutamos tranquilamente, sin las prisas de los días lectivos.

Poco a poco intento añadir a mi dieta nuevos superfoods, en este caso

la harina de maca que aún no había probado y de la que he oído maravillas.



En realidad lo de nuevo es relativo: los beneficios nutricionales de la mayoría de

los superalimentos que se dan a conocer actualmente en Occidente tienen

siglos y milenios de tradición en los países de origen.
De ello sabe bastante mi amiga Helen, del blog La Fragua, que hace ya
unos años se fue a vivir con su pareja a Ecuador y, a raíz de ponerse de
moda aquí la quinoa, me contaba que allí es un ingrediente de lo más
habitual desde siempre. Y lo mismo con otros productos como la chía,
maca o el propio cacao, considerados alimentos dignos de dioses en
las culturas precolombinas.



Muchos de los superfoods son semillas (chía, sésamo, cáñamo, lino,

algarroba...) o frutos secos (anacardos, almendra...), otros son raíces o

rizomas (maca, jengibre, cúrcuma...) y también bayas (goji, arándanos,

grosellas...).

Fáciles de añadir a muchos platos, tanto dulces como salados, aportan
textura, sabor, fibra y elementos nutricionales beneficiosos.

Podemos echarlos a ensaladas, porridges (gachas), smoothies (batidos) o
simplemente para complementar un yogur.

Son conocidos por los foodies (apasionados de la comida) como topping.

Parece que no sólo nuestros hábitos alimenticios van cambiando, también

el lenguaje culinario está siendo invadido por anglicismos



Para mi desayuno del miércoles mezclé en la batidora 1 vaso de leche de

coco que, junto con la de almendras y arroz, es una de las leches vegetales

que me gustan (no soporto el sabor dulzón de la leche de soja), un plátano

maduro (mejor congelado porque se vuelve más dulce y así no es necesario

añadir azúcar), 2 cucharadas soperas de cacao puro y 1 cucharada sopera de

harina de maca.

La maca en polvo (harina) se extrae de una raíz originaria de Los Andes, en

Peru. Sus propiedades energizantes y tonificantes se conocen desde muy

antiguo: para los incas era un alimento sagrado que consumían antes de

batallas y viajes largos para conseguir fuerza y resistencia.

Consumir maca es una forma natural de fortalecer el cuerpo, ayudar a

nuestro metabolismo y favorecer el crecimiento. Contiene vitamina C,

hierro, calcio, potasio, zinc, cobre, yodo y manganeso. La vitamina C

asegura la absorción del hierro por lo que este superalimento es muy

indicado en las dietas antianemia.

Es un potente regulador hormonal, poderoso suplemento contra el estrés,
aumenta la libido, mitiga los problemas del ciclo menstrual (dolores,
dismenorreas, síntomas menopáusicos), puede tratar algunos casos de
infertilidad, fortalece el crecimiento del cabello y por sus propiedades
antioxidantes frena el envejecimiento, favorece el crecimiento y conservación
ósea de modo que mitiga los síntomas de artrosis o artritis, al aumentar la
adrenalina natural es aconsejado en el tratamiento de enfermedades como
la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica y al activar la circulación cerebral
es bueno para favorecer la concentración y la memoria.

Como veis, todo un dechado de virtudes, ¡cómo para no probarla!

La mejor combinación para la maca es a base de cacao, que a su vez
aporta muchos beneficios saludables y, frente a los tópicos, no engorda
sino que adelgaza pues, como os he contado en alguna ocasión,
acelera el metabolismo.

Como toppings utilicé semillas de chía y sésamo.

De las propiedades de la chía ya os hablé aquí.

En cuanto al sésamo, aporta fundamentalmente hierro, calcio y ácidos
grasos poliinsaturados, además de su rico sabor.



Los superfoods son cada vez mas asequibles y accesibles: los grandes

supermercados van incorporándolos y hay muchas tiendas online donde

poder comprarlos, al tiempo que sus precios se van moderando al haber

mayor oferta.

En las tiendas latinas de barrio (en el mío hay muchas) tienen bastantes de

estos productos, más baratos y con certificación de origen pues, al fin y al

cabo, muchos proceden de latinoamérica. Yo suelo comprarlos en ellas y no

lo hago sólo por el precio: me parece una manera de ayudar al desarrollo de

estos países y reportarles algo de lo que ellos nos han aportado.



Por si habéis tenido un flechazo con los cuencos de las fotografías de hoy, os

comento que el pequeño lo traje de nuestro viaje a Marruecos las pasadas

Navidades pero el grande, en cobre con exterior blanco, lo podéis encontrar por

poco más de 5 € en Primark, al igual que la crema de manos de coco (1,50€).



Con este potente desayuno, pero ligero en coste económico y tiempo de

preparación, participo en los Findes Frugales de Marcela Cavaglieri,

donde me voy a compartir y recibir inspiración.

Espero que tengáis un buen fin de semana.



Fuente: este post proviene de hampton sc, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

¿Pensando en preparar la decoración de Navidad? No sé vosotros, pero yo siempre comienzo con el Calendario de Adviento que a partir del uno de diciembre irá recordándonos la cuenta atrás para las fies ...

Hoy os traigo una selección de salones pertenecientes a casas vividas, decorados en distintos estilos. Comenzamos este post de casas vividas con un salón clásico renovado con toques french chic. Está ...

Recomendamos