Ya es oficial, hemos sobrevivido un año más a las navidades. Con unos kilos de más en el body y otros tantos de menos en la cartera, podemos volver a nuestra querida y anhelada rutina.
Y qué mejor que para ordenarnos la cabeza y el año nuevo que un calendario.
Hoy os traemos una selección de calendarios (no) cotidianos para ayudarnos en la vuelta a la cruda realidad (que nosotras la pasamos un poco por la sartén, que lo crudo no nos va).
Empezamos con dos calendarios perpetuos de madera. A la izquierda uno que podemos encontrar en More Trees. Nos gusta mucho la selección de productos de esta tienda japonesa, aunque nos queda un poco a desmano.
A la derecha uno de Urban Outfitters, sí, fuera de stock, pero en Home Arama ¡hay uno igualito!
Siang Ching es la ilustraora que está detrás de estas joyas de papel, calendarios móviles que son verdaderas obras de arte. Os aconsejamos que le echéis un vistazo a su marca Pattern Matters donde encontraréis muchas más cosas majas hechas con papel, paciencia y amour.
Land Rover es un calendario de sobremesa topográfico, cada día del año es una lámina de una montañita… Si queréis escarvar en vuestro año en Zeinep tenéis la posibilidad de hacerlo. Muy recomendable para escaladores de medio palo y cabras locas que lo olvidan todo.
Para aquellos que vivís en un mundo de estrés, prisas y os mole daros el gustazo de estallar burbujas este es vuestro calendario. 365 días de placer, que a las Umidoris no nos llegaría ni para una tarde. Disponible en Amazon.
El diseñador Sebastian Bergne ha creado esta maravilla no apta para aquellos que tengan gatos (si tenéis, sabréis por qué)- Podréis encontrarlo en su web junto con otros objetos diseñados por él.
Poner un poco de naturaleza sobre la mesa de trabajo siempre ayuda. Si, como en nuestro caso, sois de las que matáis más plantas de las que os gustaría, siempre os queda la opción de tener un calendario como este, con lindas suculentas de mentirijilla asomando. Vale, no es lo ideal, pero ya hemos sufrido demasiadas pérdidas de vidas vegetales, como para soportar otra más. Por el momento, nos quedamos con la de mentirijilla, que nos da menos pena.
Omoi Zakka Shop, actualmente no disponible. :(
Lotta y Fog Linen aúnan fuerzas y bonitismo por partes iguales y el resultado son estas dos bellezas de hilo de lino.
Otro calendario permanente, nos encanta el diseño y nos ha costado encontrarlo, pero al final lo hemos localizado en Alixpress, ¡cómo no! Eso sí, no nos hacemos responsables de que el producto final adquirido sea de chichinabo…
Últimamente nos llega mucho diseño majo desde Ucrania. Este es del estudio de Yurko Gutsulyak, un calendario-bolsa de basura-ya lo he visto todo en esta vida.
Dividido en 12 rollos de basura mensuales, cada rollo tiene una bolsa para cada día del mes. La verdad es que al principio nos pareció un poco… basura, pero lo cierto es que pensándolo bien, nos mola mucho eso de analizar que consumimos en un día de nuestras vidas.
Mizushima Calendar Stamp, un poco de tinta y dedícate a poner calendarios allí donde precises. Lo primero que se nos vino a la mente, era usarlo modo discotequero, vamos, sellaco en la mano y tener a la vista en qué día vivimos. No es mala idea, ¿no?
En Amazon ya no está disponible y al parecer es un poco caro, os dejamos otra opción, no tan bonita estéticamente pero igual de funcional y más económica. El de American Crafts, Yes Please Stamp, que sí podréis encontrar en Amazon.
Para despedir el post de hoy, os presentamos un calendario que nos parece bien divertido. Life calendar: How was your day?
365 caritas (o 366, si es año bisiesto) para que dibujéis vuestro estado de ánimo de cada día. Muy gracioso llegar a 31 de diciembre y hacer recuento. Esperamos ver más :) que :(
Podeis comprarlo en Wap-oh! Diseño de Raquel Catalan.
Y esto es todo amigos, sea cual sea vuestro calendario, redordad: Lo bonito no es contar los días, si no achucharlos bien con la gente que nos mola al lado. Y tener la nevera llena, eso también mola.