Un profesor muy estricto y un alumno de una escuela de música elegido como el batería de la banda de jazz del mismo conservatorio. Lo que fue un corto se amplía ahora en un emocionante largometraje, donde las notas musicales conforman un persona más, el principal.
El amor de la música desde fuera de la plaza es mucho más placentero que el que se sufre desde dentro. La película plasma la dureza, la crueldad incluso, y pasión al crear música, pero también lo gratificante del esfuerzo recompensado.
La película a veces te hace sonreir, te hace reir, odiar, aplaudir, pero sobretodo no deja de hacerte mover los pies al ritmo de tambores.
Cinco nominaciones a los Óscars, promete. Un final elevado a espléndido, con unos últimos minutos maravillosos.
100% Recomendada.
Besos, Marta
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