Con la llegada del buen tiempo deseamos utilizar mucho más la zona del jardín y por ello nos hacemos con todo lo necesario para crear una zona de descanso en el exterior. En la actualidad es muy fácil aprovechar la zona exterior del hogar gracias a todos los productos que podemos comprar, entre ellos las estupendas pérgola. En concreto hablaremos de la pérgola bioclimática, una gran novedad para el hogar.
Si te gustan las pérgolas y estás pensando en poner alguna en tu jardín, la bioclimática puede ser una opción estupenda. Sin duda se trata de un añadido que nos aportará mucho y que nos permitirá usar la zona exterior incluso en los momentos de más calor.
Por qué usar una pérgola en el jardín
Si hemos creado un salón o un comedor en el exterior de nuestro hogar seguramente estemos pensando en utilizar durante el mayor tiempo posible. Para ello necesitamos tener también sombra, de ahí que las pérgolas puedan ser una gran ayuda. Si ponemos una pérgola en el jardín tendremos un espacio diferenciado del resto en donde además podremos disfrutar de un buen ambiente, sin tanto calor. De lo contrario no podríamos utilizar el exterior en las horas de más calor del día, pues podría ser perjudicial para nosotros.
Por otro lado, la pérgola le aporta un toque elegante al jardín, así que también lo podemos tomar como un elemento estético que le da un toque al exterior. Engloba normalmente la zona del salón o del comedor exterior, de forma que tenemos un espacio diferenciado que resulta mucho más acogedor. Estas pérgolas también pueden tener textiles que nos ayuden a crear zonas de mayor privacidad, evitando las indiscretas miradas de vecinos si nuestro jardín no está totalmente protegido con vallas o arbustos.
Con la pérgola estaremos protegiendo además los muebles de exterior. Algunas son cubiertas por lo que se evita que el sol o la lluvia puedan dañar nuestros muebles. Es una gran ventaja porque así no tendremos que quitar los muebles cuando cambie el tiempo.
Pérgola bioclimática
Hay muchos tipos de pérgolas, fabricadas con diferentes materiales. Unas de las más actuales son las pérgolas bioclimáticas, las cuales están construidas por completo en aluminio. Este material es ligero pero muy resistente, por lo que nos asegura que nuestra pérgola durará mucho tiempo, incluso si vivimos en lugares con inviernos en los que llueve mucho o hace mucho frío.
Están formadas por unas láminas que pueden girar entre 120 y 170 grados, de forma que es posible orientarlas para dirigir los rayos solares. También se puede crear con ellas un cierre estanco cuando amenace lluvia o incluso cuando nieve. Al poder girar estas láminas podemos controlar la cantidad de sol que pasa dejando al mismo tiempo ventilación, para evitar el exceso de calor en la zona.
Algunas de estas pérgolas también disponen de sensores de lluvia y de nieve. De esta forma, son capaces de regular por sí solas las láminas, cubriendo la zona si es necesario. Esto es realmente útil, puesto que nos evita daños en los muebles de exterior si no estamos en casa y comienza a llover. En los modelos más sencillos las láminas se mueven por un interruptor o una manivela.
Este tipo de pérgolas pueden parecer modernas, pero al permitir distintos diseños y colores en el aluminio también es posible adaptarlas a casas que sean rústicas. De esta forma en todos los hogares se pueden utilizar estas modernas pérgolas.
Los accesorios que se pueden añadir a estas pérgolas son por ejemplo las puertas correderas, las cortinas, estores o persianas, para protegernos cuando caiga el sol. Además, en las pérgolas se pueden instalar luces, de forma que se pueda utilizar la zona de la terraza durante la noche, aprovechando todavía más el exterior de nuestro hogar. Algunas incluso cuentan con sistemas de altavoces para poner música y con lamas retráctiles que permiten una apertura total cuando el tiempo es favorable.
Por qué elegir la pérgola bioclimática
Si bien es cierto que hay opciones mucho más económicas con las pérgolas en madera o las que tienen estructuras básicas de aluminio, estas pérgolas nos ofrecen unas ventajas difíciles de igualar. Son las únicas en las cuales se puede regular al gusto la cantidad de luz que dejamos pasar, abriendo o cerrando por completo la parte superior de la pérgola. Esto nos permite disfrutar de la zona de la terraza durante todo el año. Como admite algunos accesorios como música o incluso calefactores, su uso es posible incluso durante el invierno.
El diseño de estas pérgolas suele ser moderno y muy minimalista realmente elegante. Esto hace que la zona de exterior tenga una estética inigualable. Aunque como hemos dicho también se puede adaptar a otros estilos más clásicos e incluso rústicos. Sin duda se trata de una de las pérgolas más funcionales y versátiles que hay en el mercado.