Hace tiempo que me compré una cómoda de Ikea para el estudio, por 25???. Bueno, en realidad es más bien una cajonera, porque no es muy grande, pero para el precio que tiene, está muy bien.
Es de madera, sin ningún acabado. Hasta ahora la he tenido tal cual, pero me he decidido a personalizarla.
He comprado un botecito de pintura blanca para lacar muebles. Y tinte morado para darle la tonalidad de violeta que más me guste.
Limpiamos de polvo la cómoda y aplicamos la pintura con un rodillo para que quede más uniforme. Le daremos dos capas, pero, mientras esperamos que se seque la primera, podemos ponernos con los cajones.
Le quitamos los tiradores y forramos los frentes. Yo he elegido un papel reciclado con hojas y pétalos, pero podéis utilizar el que más os guste. Para que se adhiera bien el papel, lo primero que haremos será lijar un poco la superficie para que esté porosa, aplicamos la cola con un pincel y vamos pegando los trozos de papel por toda la superficie.
Si nos salimos de los cantos con el papel, mejor. Así, una vez seco, recortaremos con un cúter y quedará perfecto. Le daremos una última capa de cola para proteger la superficie con una película que, cuando seque, quedará transparente.
Por último cambiaremos los tiradores. Estos son de Zara Home y he aprovechado para poner a juego los del armario empotrado.
Y este es el resultado final! Os pongo la comparativa del antes y el después.
Aquí tenéis otras versiones para personalizar este y otros modelos de cómodas de Ikea.
Así podemos comprar barato y tener algo único en nuestras casas!
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