La vivienda pertenece a una familia que proviene del norte de Europa (Bélgica, Holanda y Alemania), países donde la filosofía de mezclar estilos y reciclar, es conocida por todos. Si a eso le añadimos que los propietarios son dueños de una agencia de publicidad, la imaginación está servida. Esta casa me ha permitido conocer firmas interesantes que desconocía por completo, como los bancos y el sofá de la terraza realizados con palets por Rekup & Co. Las bobinas a modo de mesa, se adquirieron en El Rastro de Madrid.
Dentro se unificaron los espacios dejando el salón y la cocina unidos, todo bajo un mismo manto blanco para potenciar la luz natural, otro recurso muy típico en el norte de Europa. En la cocina se recurrió también a la mezcla de muebles actuales con otros recuperados. Me encanta la mesa con la combinación de sillas cada una de diferente formato, hace más dinámico el espacio.
Como veis en la cocina la mayoría de elementos están a la vista, tanto la despensa con botes de Ikea expuestos en una estantería, como la vajilla en baldas exentas. Tras ella se puso pavés en la ventana de tal manera que se preservara la intimidad pero dejara pasar la luz natural. Esta forma de almacenar a mi parecer es sólo para los devotos de Marie Kondo ;-), me refiero a que si no eres muy escrupuloso con el orden, mejor oculta tus enseres en armarios o tu cocina se convertirá en un caos.
Un recurso muy útil cuando aprieta el bolsillo y no puedes hacer reforma, es pintar el suelo de la casa, en este caso era originalmente de terrazo y lo cubrieron con pintura epoxi, muy utilizada en suelos de alto tránsito como garajes, por su resistencia y fácil mantenimiento. Hablando de pintura, también se actualizo el aparador del salón que la propietaria había encontrado en la calle y pintó con Chalk Paint de Leroy Merlin en color turquesa dándole un acabado envejecido. Un precioso punto focal para un espacio donde predomina el blanco y por además dos duros.
En el piso de arriba se encuentran los dormitorios y el baño. En el principal el lino y las fibras naturales son los protagonistas, bueno y el color rosa también porque lo que se buscaba era la sensación de calma y relax. La chimenea decorativa hace que todo suba de nivel, originalmente era de madera y fue pintada de blanco para unificarla con el resto de la habitación. Se pueden encontrar embocaduras similares en la tienda Vilmupa.
Me encanta la habitación infantil, las letras de la pared le dan mucha personalidad, fueron compradas en Francia a un negocio que estaba cerrando. Por su parte, el cabecero es de Ikea pero lo han personalizado con trapillo rosa.
El baño es pequeño pero está bien aprovechado. Se levantó un murete a media altura para separar la ducha y tanto los sanitarios como la grifería y el espejo tienen un aire vintage. Para continuar con el resto de la casa, también es todo blanco y además al ser pequeño lo hace más grande.
Una casa llena de encanto, personalidad y sobre todo, donde las cosas no son lo que parecen, cualquiera diría que este dúplex se encuentra en el centro de Barcelona ¿verdad?
Vía: El Mueble
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