Por fin es viernes!, Madre mía que bien, aunque no hacemos nada especial en casa los fines de semana si que es cierto que nos gusta aprovechar y quedarnos un poquito más en la cama, siempre se agradece y más ahora que ha vuelto el frío, al menos aquí.
Por suerte, el taller va avanzando y en nada ya si que si que lo tenemos terminado. Se que hace un montón de días que os lo digo pero es que ahora estamos rematando esos pequeños detalles que se tienen que ir arreglando una vez lo tienes todo más o menos montado.
Una de las cosas que sabiamos seguro era que queríamos pintar la pared de ladrillos visto que tenemos en el taller. Puedo decir que ha sido una odisea pero lo hemos conseguido. Hemos estado como una semana peleando con ella, pero no hay nada que no se consiga con un poco de paciencia y persistencia.
Por si no os acordáis, os dejo una fotografía de como era nuestro taller cuando empezamos con las obras. Como veréis, la pared del fondo es la del ladrillo visto, así que es de la que os voy a hablar hoy. Si os fijais, la parte izquierda es toda de ladrillo visto pero la derecha.. buff necesitaba una buena mano de "albañilería".
Mi suegro, que es un solete, me la dejó toda bien lisita con un poco de cemento y quedó genial, pero yo tenía que darle mi toque así que después, la enyesé. Nunca en la vida lo había hecho antes pero practicando un poco al final me salí con la mía.
Con la llana, poco a poco, fuí rellenando todo ese gran agujero y para las partes más pequeñitas, cogí una paletina que teníamos y así poder trabajar más fácilmente. No quería una pared lisa, me gusta la idea de que tenga un aspecto inacabado, así que le deje unos cuantos "bollos", para que tuviera el efecto deseado.
La verdad es que no tiene mayor secreto eso de enyesar pero sí que cuesta una barbaridad. Cuando llevas un rato, el brazo ya dice que no quiere trabajar más jajja. Después de una hora más o menos este fue el resultado.
Después de eso, nos pusimos a pintar toda la pared de ladrillo de blanco, y una vez pintada nos quedaban unos agujeros donde había caído todo el cemento. Por mucho que pasábamos el pincel siempre se quedaban esos feos agujeros así que con un poco de yeso tapamos todos los agujeros.
Por cierto, si nunca tenéis que utilizar yeso, os recomiendo cien por cien el de la marca Bricolar, es pequeño, y viene con una bolsa de papel blanca que en cuanto la vi, sabía que era carne de diy. (ya os la enseñaré más adelante) así que vais a poder aprovechar hasta el envase!.
Lo dejamos secar toda la noche, el yeso y la primera capa de pintura. A la mañana siguiente, cuando bajamos a ver lo bonito que nos había quedado, nos llevamos una sorpresa enormemente grande. Habían salido unas manchas amarillentas por toda la pared. Es normal, el ladrillo llevaba ahí la vida, así que imaginad la de suciedad incrustada que tenía.
Asustada y desesperada a la vez, llamé a Grupo Pyma, ellos siempre me ofrecen la solución perfecta a mis problemas en cuanto a pintura, así que me dijeron que contactara con su afiliado Pintures Fontfreda y les explicara lo que me pasaba. Después de hablar con ellos, me dieron un producto sellante (Cubremax antimanchas) para que pudiera cubrir esas manchas amarillentas. Al principio no me hacía mucha gracia la idea porque era pintura al disolvente, pero después me informaron de que había disolvente sin olor y la verdad es que fue todo un acierto. No huele nada de nada y el sellante tampoco.
Y después de una capa mirad que diferencia tan grande!, No me han vuelto a salir para nada, y para asegurarme, le he pasado el antimanchas a las columnas de ladrillo visto que tenemos, esas no tenían ninguna mancha pero por si acaso...
Así que, con penita, nos deshicimos de este interruptor "vintage", pero lo he guardado para ver si puedo hacer con el algún diy.
Y así es como ha quedado nuestra pared. Como véis ha quedado completamente blanca y casi sin ningún agujero negro. La parte superior tenemos que rematarla y el tubo lo tengo que pintar con spray blanco para que no se vean las marcas del pincel.
En nada lo tenemos listo, así que espero que dentro de muy muy poco, os pueda enseñar ya todas las paredes.
Ha sido un trabajo duro, porque como os he dicho antes, hemos estado peleando casi una semana entera con esa pared. Es muy costoso el pintar con el pincel y vigilar que no quede ningún rincón sin pintar. Supongo que si hubiéramos sabido lo de las manchas amarillentas antes, nos habría llevado menos trabajo pero en estas ocasiones, agradezco que me pasen estas cosas porque así, para la próxima vez, ya se a lo que me enfrento, y si tuviera que volverlo a hacer, lo haría sin problemas, cuesta, pero el resultado merece mucho la pena.
Y vosotras
¿Habéis pintado nunca una pared de ladrillo visto?
¿Os gusta como va quedando nuestro taller?
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