No es una forma de consolarme: cada vez me gusta menos tomarme
las vacaciones durante el mes de agosto.
Mi ciudad, Madrid, queda este mes prácticamente vacía:
tráfico inexistente, adiós colas y esperas, riesgo de overbooking...
Da gusto pasear y disfrutar de la ciudad.
Todo lo contrario que en los tradicionales destinos vacacionales,
masificados hasta hacernos repetir año tras año que será el último
que veraneemos en agosto.
Sólo una pega al respecto: algunos sitios cierran en estas fechas
o sus horarios se limitan.
Es el caso del restaurante que os muestro hoy, permanece cerrado
en agosto y es una pena porque es un espacio de lo más agradable,
con rica carta y cuenta además con una terracita encantadora, ideal
para disfrutar de una fresquita sobremesa en las noches de verano.
Me pilla cerca de casa y es siempre un placer visitarlo pero habrá que
esperar a septiembre.
De momento, para que vayáis abriendo boca, os dejo unas fotografías
de su cuidada decoracíón, llena de detalles ideales como las lámparas,
las frases de las paredes, los acogedores rincones con sofá y sillones y
un amplísimo baño (unisex, por tanto) al que no le falta el más mínimo detalle.
Pipa & Co
Paseo de la Habana 105
Madrid