Estética minimalista
Jugar con el uso de las líneas rectas, depuradas y bien definidas, creando superficies lisas y despejadas, se consigue dar un aspecto ordenado y limpio a las estancias. Una paleta cromática donde los colores sólidos como el gris o beige y en especial el color blanco puro, nunca fallan en este estilo. El blanco presente en las paredes y en los muebles potencia la luz natural, aportando un gran efecto de luminosidad y amplitud a las habitaciones. La madera y las piedras naturales, son otra de las claves en cuanto a materiales se refiere, que aportan un plus de estética y elegancia a las estancias de este diseño.
Es importante jugar con el contraste. La combinación de tonos claros con tonos medios y oscuros, es perfecta. Esto, consigue darle un efecto de profundidad a las estancias, al destacar unos elementos sobre el resto. Como podéis comprobar en este proyecto, se juega con las maderas oscura y los grises antracitas, para conseguir volúmenes y diferenciar estancias. El uso de metales como el acero o el latón o el bronce, utilizado convenientemente en lámparas y elementos decorativos, dan un aspecto brillante, con destellos de luz que aportan más luminosidad a las estancias.
Un proyecto pensado al detalle con objetos sintetizados al máximo, siempre destacando el diseño versátil y funcional. La mayoría de los espacios son muy depurados, sin muchos accesorios ni adornos, ya que bajo esta premisa no es necesario incluir detalles que no cumplan un rol importante en el espacio. Los textiles aportan voluptuosidad y calidez a cada una de las estancias.
¿Qué os parece este estudio interior? Son pocos metros cuadrados pero diseñados al detalle, donde prima el uso de materiales de calidad y las líneas sencillas, con un resultado muy moderno y elegante.
¡Feliz día!
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