Imagínate trabajar y tener que atender a toda tu familia a la vez, preparar tu vianda ya no suena nada atractivo. Y es por eso que puedas llegar a pensar en comprar tu vianda en la calle.
Cada una de estas opciones tiene un punto a su favor, pero… ¿Cuál es la mejor?
Comprar tu vianda:
Una de las mejores cosas es que, ¡no tendrás que volver a cocinar! Al momento de dirigirte al negocio ya la comida estará lista o te la servirán en pocos minutos. Y si piensas es en comprar comida precocinada, ésta no tardará ni diez minutos.
Además, ya sea que no necesites cocinar porque vayas al establecimiento o porque la comida precocida es rápida, estarás ahorrando el tiempo que usarías cocinando.
Tiempo que podrás invertir en dormir o en adelantar alguna tarea que no hayas terminado.
Y lo mejor: en el caso de la comida para microondas o congelada, tienen un tiempo de duración muchísimo más largo que la comida normal. Literalmente pueden durar meses, por lo que podrás comprarlos en cantidad.
Lo único malo de esta clase de alimentos es que son más caros que los que compras para cocinar. Contienen un alto porcentaje de aditivos, colorantes y conservantes, mayor nivel de colesterol y calorías y no tienen las mismas cantidades de nutrientes que una comida casera.
Preparar tu vianda:
Es cierto que resulta divertidísimo salir y comer fuera de la casa, pero cocinar tu propia comida también tiene sus ventajas.
La principal es que sabrás lo que estás comiendo, ya que todos los ingredientes de tu comida los estarás comprando y preparando tú. No habrá ningún ingrediente sorpresa o que desconozcas.
Otra es que controlarás la cantidad de las comidas que ingieren tu familia y tú, ya que al servir las porciones las distribuirás equitativamente. Esto cuidará la salud y nutrición de todos los que amas y de ti misma.
La que quizás te resulte más atractiva: ahorrarás dinero. Comprar comida fuera de casa es algo que está bien, pero es un gasto extra con el que normalmente no cuentas. Al comprar tu misma los ingredientes en el mercado te darás cuenta que la comida es más barata.
Lo malo es que deberás invertir mucho tiempo y esfuerzo haciéndolas y puedes terminar agotada justo cuando el día apenas comienza.
Si todavía no te decides, te daremos unas ideas para que saques el mayor provecho de ambas, ya sea que quieras comprar o preparar tu vianda, y así utilices la que más se adapte a ti, a tu presupuesto y necesidades.
*Los descuentos hacen la diferencia:
Si vas a comprar comida congelada o precocinada recuerda verificar las ofertas o descuentos, esto evitará que gastes de más y cuidará de tu bolsillo.
*La variedad es lo principal:
Vas a preparar tu vianda recuerda que las porciones no tienen por qué ser gigantes, sino variadas. Incluye pequeñas porciones de frutas y vegetales.
*Lee bien las etiquetas:
Cuando compras las viandas lee atentamente lo que incluyen, en especial si tú o tus hijos son alérgicos a algunos productos.
*Lo rápido puede ser delicioso:
¿Consideras que tu mejor opción es preparar tu vianda? Debes saber que existe toda una variedad de preparaciones rápidas, deliciosas y nutritivas (sándwich, ensaladas, wrap). No te quedes en lo tradicional y amplia tus opciones.
Lo más importante que debes saber es que siempre puedes intercalar.
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Fuente: este post proviene de Magazine Organizarte, donde puedes consultar el contenido original.
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