A mí si¡¡ pensando, pensando, me ha venido a la cabeza una ida muy loca que quiero compartir contigo. Hablaré en primera persona, ya que me voy a aplicar el cuento.
Después de tanto pensar, estoy convencida de que es mi momento y el tuyo también.
Tomando un café, hemos llegado a la conclusión (ha sido difícil) de que es, ahora, no mañana o en septiembre, con el rollo del nuevo curso, bla,bla,bla, cuando hay que iniciar los cambios.
No hay excusas, por una sencilla razón, es un problema de actitud.
Nuestra actitud para valorar lo que nos rodea será el primer cambio.
Todo, en esta vida, es actitud (estado o disposición mental).
Sé que estas pensando que es fácil decirlo, lo difícil realmente es encontrar los estímulos adecuados para realizar ese cambio tan deseado y la actitud adecuada.
Un buena actitud se puede aprender ¡cómo todo en esta vida!, pero no es tan simple, mira lo que yo creo:
La actitud se expresa, pero primero se piensa.
Después de cuatro años compartiendo pensamientos, ideas, conocimientos...¡no hay excusas!
Recuerda mi lema "Haz lo máximo con lo que tienes"
Entiendo muy bien, que cuando llevamos tiempo viviendo en la misma casa, es fácil perder la objetividad. Sin darnos cuenta con el paso de los años abarrotamos nuestra casa de objetos inservibles.
Como veo que estas con una actitud abierta al cambio, te voy a pedir que hagas una lista con los cambios que quieres (te paso la mía a modo de ejemplo)
Conseguir más orden.
Añadir plantas (aunque todas se te mueran, recuerda que estamos en modo cambio)
Observar la iluminación ¿es suficiente?
Revisar los colores que nos rodean.
Añadir o quitar muebles.
Probar nuevas texturas, colores y formas.Quedamos la semana que viene y hablamos con tranquilidad sobre la lista y valoramos como introducir cambios poco a poco, sin traumas, te prometo que no duele¡¡
¡Que un chi con ganas de cambio te acompañe!
Experiencias de cambio, creo que te gustarán.