Hace aproximadamente dos años, el artista Raúl del Sol empezó a crear sobre un tablón de madera de pino, e inspirado por sus nudos y sus vetas, acabó dibujando el ala de una libélula. Y ahí empezó todo. Lo que Raúl sujeta con sus manos es el origen de su obra, donde a través de la ilustración sobre madera evoca la naturaleza y su transformación, siendo los insectos el símbolo de todo ese proceso.
El trabajo de Raúl del Sol se clasifica en cuatro series: Metaformosis, Céfalon, Insecta y Entomology. Cada una de sus piezas es única ya que está ilustrada a mano con rotuladores de tinta china. La precisión en el dibujo es asombrosa y el contraste con la madera al natural, realza su belleza.
Imágenes: ToC ToC Vinatge
El pasado sábado acudí a la tienda Inventory Barcelona donde Raúl del Sol exponía sus trabajos, con ganas no solo de conocer más de cerca su obra, si no de conocer también al artista. Y he de decir que esto último fue lo mejor. Llegué a primera hora así que al no haber mucha gente, pude conversar tranquilamente con él. Hablamos de mil cosas, incluso de alguna coincidencia curiosa, y fue en ese intercambio de opiniones donde te das cuenta de lo mucho que te aporta conocer gente creativa.
Esta faceta artística, Raúl la disfruta como un hobby, ya que él tiene su trabajo, pero a veces el talento requiere de más tiempo, como por ejemplo, para dar el salto internacional. Y mientras él lo debate y se decide, yo le animo a que se lance. No está demás que fuera de nuestro país sepan que aquí también hacemos cosas que valen la pena, en contra de lo que proyectan nuestros políticos.