La verdad es que nunca le encontré sentido a ese mueble, de ahí mi obsesión por que los recibidores sean prácticos y haya espacio para poder "descargar" trastos cuando llegamos a casa. Los nuestros o los de las visitas, no más camas y sofás llenos de chaquetas porque no hemos previsto donde colocarlos. Y sobre todo, lo mejor, un espejo de cuerpo entero que nos permita ver el look completo al salir de casa. Que me digan que hay más práctico que eso :P
Para mí el recibidor ideal tiene un espejo de cuerpo entero, unas perchas sencillas en una pared y un pequeño banco donde dejar el bolso y a la vez poder sentarse o guardar zapatos para aquellos a los que les guste cambiarse de calzado cuando llegan a casa.
Además, esta opción nos permite que si nos cansamos de uno de los elementos o necesitamos que haga otra función, lo podemos quitar y cambiar por otro que nos guste más o que nos haga mejor papel. Aquí van algunas ideas (muy nórdicas todas) de recibidores preciosos que cumplen a la perfección su función y además están hechos con muy poco presupuesto.