La vivienda en cuestión es un apartamento de 34m2, esta reforma demuestra que con un buen planteamiento y la planificación adecuada, cualquier espacio puede cambiar de una forma asombrosa.
En el resultado final se ha buscado llenar de luz la buhardilla, iluminar los rincones y ampliar visualmente el espacio. El mobiliario es de lineas sencillas, con aire industrial y detalles que marcan la diferencia. Eso si, su decoración deja claro que menos es más, al tratarse de poco espacio esta premisa es indiscutible. Recuersos como aprovechar el espacio del techo abuhardillado para almacenamiento, o colocar la tv en la pared colgada, son trucos perfectos para ganar espacio. La pieza estrella, el cabecero de madera recuperado.
Imágenes vía Estudio Conejero Arquitectura (creadores del proyecto)
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