Comenzamos con la primera historia.. Silla de asiento en estrella.
Aun en tan mal estado, no nos cabe en la cabeza como alguien puede no ver el potencial de este asiento en estrella perfectamente troquelada.
Nosotros nos enamoramos nada más verla, sucia y desvencijada pero aún así con una belleza de líneas y diseño que no pasa desapercibida a quien sabe mirar. Muchos de los alumnos de talleres monográficos que han pasado por el taller ya la conocen, y su bonita historia también.
Desmontamos y numeramos como siempre las distintas partes y sus herrajes. Examinamos añadidos y valoramos la intervención en cada caso.
En esta como veis, nos pudo el ansia de la limpieza y ya la veis sin ningún resto del acabado anterior. Aunque la limpieza ha sido dura y en ocasiones ha habido que hacerlo a punta de bisturí, luce tan bonita que apenas hay que entonar suavemente para igualar distintas zonas.
Y aunque pueda parecer mentira no hizo falta lijar en absoluto la estructura, sino deshacer capa a capa los acabados como siempre os comentamos en el cuaderno nº1, tintes y acabados, que explica paso a paso el proceso de limpieza adecuado a cada pieza.
Los tornillos originales estaban deteriorados y retorcidos y hemos tenido que sustituirlos para asegurar la estabilidad de la silla.
Una vez montada y encerada nos maravilla el patrón troquelado del asiento en forma de estrella ya limpio. Esa estrella tenía que lucir aún más.
Se nos ocurrió un sistema desmontable con iluminación led para que fuera fácil acceder pero a la vez casi invisible. Para ello fabricamos estas de madera para sujetar la tapa que esconde la tira led y estas piezas de metal atornilladas a modo de levas para facilitar su colocación y desmontaje.
De esta forma basta con presionar el botón de encendido bajo el asiento cuando se quiera ver la estrella iluminada, et voilà!
Realmente ha merecido la pena el rescate. Es una silla única, pero con toda su esencia antigua y a la vez muy coqueta con su estrella luminosa.
Nuestra segunda historia de hoy es aún más interesante.
Siempre decimos que en el desmontaje es cuando encontramos los defectos, las rarezas, peculiaridades y algunas sorpresas.
La línea de esta silla nos inspira algo femenino nada más verla. Tanto su tamaño como esa chambrana inferior tan caprichosa a modo de lazada resulta encantadora aun estando tan sucia.
Estos son los elementos individuales que componen esta silla estilo Thonet, ya hemos publicado anteriormente sobre este sistema innovador que supuso el triunfo comercial de este estilo desde 1.830.
A menudo el curvado excesivo de estas piezas produce grietas con el tiempo por falta de hidratación en la madera, nuestra silla tenía algunas pero todas salvables.
La primera sorpresa fue como decimos al desmontarla. Esto ocurre muy a menudo, habían sustituido la rejilla original rota por un tablero, seguramente porque algunos de los orificios estaban agrietados y la rejilla inicial se rompió por el sitio más débil.
La gran sorpresa fue mientras limpiábamos esta silla..
Aquí fue donde empezamos a investigar el acuñado en la madera con las palabras “patente Feliu”. Encontramos este interesantísimo artículo en el que cuenta la historia de una fábrica valenciana de muebles curvados fundada por la familia Feliu a principios del siglo XX. El cartel de dicha fábrica no puede alegrarnos más… nuestra silla!
A la izquierda podemos ver las piezas en madera de haya crudas ya curvadas y almacenadas en la fábrica Ventura Feliu hacia 1.905.
A la derecha nuestras piezas una vez hecha toda la reintegración volumétrica en orificios del asiento, patas y extremos de la chambrana. Entonces realizamos la limpieza de toda la estructura.
Llevamos la rejilla a un profesional para que vuelva a tejer, orificio a orificio el asiento como estaba originalmente, y de vuelta al taller entonamos y protegemos la rejilla para que esté acorde con el tono final de nuestra silla.
Lista para volver a casa. Queremos agradecer nuevamente a todos quienes ven la belleza en estas piezas y las rescatan del olvido o mucho peor.. de ser destruidas. Su dueña, Salomé, ha sabido apreciarlo y nos ha traído una preciosa historia con ella. También agradecer a Ana el cariño e imaginación que ha puesto en su restauración.
Por último agradeceros a todos vuestra visita a este blog donde contamos no solo la restauración de las piezas, sino las historias que llevan con ellas. Nos encanta leer vuestros comentarios y saber vuestras impresiones y os invitamos a escribirnos para formar parte de estas historias. Hasta la semana que viene!