Es el caso del proyecto del Restaurante Piñera por la interiorista Virginia Sánchez. Conozco a Virginia por Instagram y cuando empecé a ver las fotos me quedé alucinada. Me pareció un proyecto súper completo y que integra genial todas las tendencias del momento, aportando al espacio un aspecto súper elegante. Además, Virginia ha conseguido mantener la distribución y muchos de los elementos previos al proyecto, pero dándoles un giro tan diferente que son casi irreconocibles.
Ella sabe que me encanta este proyecto y por eso pensé que debía compartirlo. ¿Por qué siempre hablamos de los proyectos que se hacen en otros sitios y no de los que tenemos cerca? Además, conociendo a sus autores, podemos aprovechar para hacerles unas preguntas y saber un poco más…
¿Cómo te surgió el proyecto?
El proyecto surgió porque el nuevo Chef y socio del restaurante buscaba una interiorista para dar un aire nuevo al local, y una amiga común nos presentó. Me contaron su idea, y a partir de ahí elaboré un proyecto completo de interiorismo. De entre las diferentes opciones que tenían, mi proyecto fue el que más le gustó, y a partir de ahí empezamos a buscar fechas de ejecución de la obra.
¿Cuánto tiempo os llevó el proyecto completo?
La ejecución de la obra se llevó en un tiempo récord!! Empezamos a primeros de agosto del año pasado (2016), y el 14 de Septiembre estábamos haciendo la fiesta de inauguración.
¿Qué participación tuvo el cliente en la toma de decisiones?
La verdad es que, afortunadamente para mi, el proyecto apenas cambió con respecto a la idea original. Por lo que la participación del cliente en la toma de decisiones iba más orientada hacia la elección del proveedor de determinados materiales, cuando había más de uno, por un tema económico. Las cuestiones estéticas las dejaban en mi mano, siempre y cuando no sobrepasara el presupuesto. Todo querían verlo previamente (las lámparas, el mármol, la tarima, etc.), pero no me echaron para atrás nada.
¿En qué te inspiraste?
Me inspiré en las casas haussmanianas de París. Se trataba de dar luminosidad a un espacio oscuro, triste, y un poco antiguo, y al igual que hizo Haussmann con las calles de París, quise traer esa luz al restaurante, sin perder la elegancia que debía tener el mismo. Todo en la decoración está relacionado con lo ocurrido en Europa en el siglo XIX (estilo art decó, las arts&crafts, los viajes de los europeos a oriente,), hasta el papel de la sala principal.
Sobre todo ello tenéis una descripción súper precisa en el blog de Virginia. Ahí describe con toda precisión todos los detalles del proyecto, una lectura que os recomiendo, por cierto.
Entre las marcas con las que trabajó Virginia para el proyecto, están las lámparas de Another and all, los papeles de Cole and Son, las pinturas de Farrow & Ball, y las telas de Barbara Osorio o Lantero y Lantero. Además, añadió detalles como el menaje y los complementos de Anthropologie y Vajillas de ultramar.
¿No os parece perfecto?
Fotos: Lupe Clemente
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