Bajo el asesoramiento del arquitecto Alejandro González, y junto a un equipo de constructores de la zona, llevaron a cabo una serie de mejoras, y a pesar de sus excasos metros, lograron con éxito, una casita de playa con mucho encanto. Los amplios ventanales proceden de derribos, que fueron posteriormente restaurados.
Paredes y suelos fueron blanqueados, lo que contribuye en un extra de luminosidad en los interiores de la casa.
En la parte baja se encuentra la zona de estar y la cocina, desde la que se accede a un pequeño altillo, donde se encuentra la zona de descanso. Tonos tierras y blancos es la gama cromática que predomina.
Su decoración es sencilla, pubs y mullidas colchonetas en el suelo, todo en blanco. Farolillos y velones son los únicos elementos que se encargan de iluminar el rancho, ante la ausencia de electricidad de la zona, que junto al aislamiento, hacen de Cabo Polonio, un lugar paradisíaco y muy especial.
No os parece el sitio ideal para desconectar???
Tenemos una cita en 15 días, mientras tanto nos vemos en mi blog casas de película
¡Feliz semana y disfruten de esta cabaña en la playa!
Sagrario
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