Un cuarto de juegos es un espacio muy importante si tienes niños en casa. Para plantearlo con acierto no basta con vaciar una habitación y llenarla de juguetes. Es necesario pensar muy bien cómo amueblarla y decorarla para convertirla en el espacio de juegos más adecuado, según la edad de los niños y sus inquietudes. De lo contrario, no querrán estar allí y el fracaso será estrepitoso. Te contamos algunas ideas para organizar el cuarto de juegos y dar en la diana.
Si tienes la suerte de vivir en una casa grande, en la que no escasean las habitaciones, es una gran idea destinar una de ellas al cuarto de juegos de los niños. De esta forma, separando el dormitorio de la zona para estar y jugar, conseguimos mantener los espacios más ordenados y las rutinas quedan establecidas no solo vinculadas al horario, sino también al lugar en el que se desarrollan.
Un cuarto de juegos perfecto ha de ser, ante todo, un espacio práctico y funcional que sirva al objetivo esencial: a saber, ofrecer a los niños el lugar perfecto para disfrutar y realizar las actividades que más les gusta hacer cuando no están durmiendo ni haciendo los deberes.
Para conseguirlo y convertir esa habitación que tienes vacía en una auténtica ludoteca para tus hijos, es importante conseguir que el espacio se adapte a ellos, en función de la edad que tengan y de las cosas que más les guste hacer. Así lograrás que el cuarto de juegos se convierta en su lugar favorito de la casa y se pasen allí las horas haciendo justo lo que mejor les viene para su desarrollo físico y mental: jugar.
Un cuarto de juegos que sea seguro
Es el primer requisito que ha de cumplir cualquier zona de juegos: que reúna las medidas de seguridad infantil adecuadas, como el resto de la casa (y más aún, si cabe, ya que en esta habitación los niños van a pasar mucho tiempo y el objetivo es que puedan entretenerse ellos solos). Este punto es más importante si la edad de los peques es más corta.
Además de revisar y tapar los enchufes, es importante asegurarse de que muebles, cómodas de cajones y estanterías estén bien anclados a la pared. Ya sabes lo que les gusta escalar a los niños Así evitarás que se los tiren encima.
Coloca una gran alfombra mullida que amortigüe las posibles caídas, y vigila siempre la ventana, colocando un cierre de seguridad si es necesario. Ya sabes que la seguridad es lo primero.
Las mejores soluciones para guardar
Desde el momento en que pensamos en un cuarto de juegos, todos visualizamos ese espacio al finalizar el día y en nuestra mente aparece una imagen del CAOS con mayúsculas. Lo contrario sería lo verdaderamente extraño. Sin embargo, y por mucho que los niños desordenen todo al jugar, hemos de pensar en proporcionarles las soluciones de almacenaje más prácticas para que puedan recoger al final.
Piensa que cuanto más fácil se lo pongas, mejores resultados obtendrás. Por eso hemos de colocar muebles, cajas o colgadores, según el tipo de juguetes y objetos a guardar. Ponlos a su altura para que aprendan desde el principio a recoger y puedan hacerlo por sí mismos.
Que no falte un rincón para leer
No importa si el cuarto de juegos es grande y espacioso o más pequeño. Es importantísimo que incluya un rincón de lectura con asientos cómodos y alguna estantería para guardar los libros y cuentos. Es la forma más fácil de fomentar el amor por la lectura.
Además, no se necesita gran cosa. Unas colchonetas en el suelo pueden servir, y una pequeña librería o un mueble expositor de libros al que ellos tengan acceso es suficiente. Piensa en soluciones que puedan crecer con tu hijo, ya que cada vez serán más los libros a guardar.
Lo importante es apostar por los libros en el cuarto de juegos, y tratar de mantener fuera todo tipo de pantallas. Llegará una edad en la que te resulte verdaderamente difícil de conseguir esto, pero aprovecha mientras los niños son pequeños.
El espacio libre es un tesoro
Un cuarto de juegos ha de ser una habitación diáfana y espaciosa, en la medida de lo posible. Sea cual sea su tamaño, no lo llenes de muebles. No es necesario. Lo importante es que los niños tengan espacio libre para jugar.
Trata de colocar algunos muebles pegados a las paredes y deja el espacio central lo más despejado posible. Así tendrán mayor libertad de movimientos.
Para los más activos
Si cuentas con metros cuadrados de sobra, y tus niños son de los que no paran quietos ni un minuto, entonces puedes pensar en poner una zona de ejercicios, como si de un parque se tratase.
Y es que hay niños que necesitan mucha, pero mucha actividad. Saltar y correr es su estado natural. Si les habilitas un espacio para hacer ejercicio en el cuarto de juegos te lo agradecerán, y mucho.
Hay un sinfín de soluciones perfectas para los niños que no paran, siempre sin olvidarnos de la seguridad, por supuesto. Desde convertir una pared de la habitación en un improvisado rocódromo, hasta colocar estructuras en las que subirse o, incluso, un pequeño tobogán.
Fomentar la pasión por el arte
Si a tus hijos les encanta pintar, dibujar y todo o relacionado con la expresión plástica y artística, no puede faltar en el cuarto de juegos una zona para desarrollar estas actividades. Busca una mesa adecuada y un espacio para guardar los materiales.
En el cuarto de juegos, las actividades de los niños son en gran medida las que marcan la pauta. Déjate guiar por ellos y por su estilo de juego a la hora de decorarlo y acertarás seguro.
Puedes leer la entrada original y completa en de la revista online Decoración 2.0.