La semana pasada fue para mí una de esas semanas agotadoras
que parecen no acabar nunca.
El viernes salí del trabajo agotada y corriendo porque me había
comprometido a asistir a dos talleres interesantísimos que no quise
perderme: un taller de caligrafía japonesa Shodo (sho: escribir y
do: camino) y otro de Sumi-e (sumi: tinta negra y e: pintura).
Formaban parte de las actividades organizadas para la exposición
Fiber Futures. Pioneros del arte textil japonés, organizada por
el Centro de Arte Complutense en el Museo del Traje de Madrid.
A primeros de mes se habían celebrado varios talleres más a los que
no asistí por enterarme tarde: un taller de Furoshiki (arte de envolver
con telas), otro de Shibori (teñido con bloqueo) y una demostración de
Ceremonia del té.
¿Podéis imaginar mi disgusto?
Seguro que sí y es que es imposible estar a mil cosas...
Para compensar, los dos talleres del viernes fueron interesantes
y de lo más relajantes.
La escritura, la pintura y muchos actos comunes se convierten en la
cultura japonesa tradicional en verdaderas meditaciones activas con
un tempo, movimientos y respiración lentos y disciplinados.
El Taller de Caligrafía Japonesa lo impartió Elena Hikari con la que
nos adentramos en uno de los principales estilos de caligrafía: kaisho.
En el taller de Sumi-e, impartido por Luciana Rago, estuvimos practicando
la síntesis de las formas pautadas de la naturaleza a través de un solo
trazo del pincel.
Bambú, crisantemos y orquídeas aparecían milagrosamente en
nuestros papeles con las indicaciones de Luciana.
Al finalizar ambos talleres, las profesoras eligieron nuestros mejores
trabajos y a los que pusieron un sello para que nos los lleváramos a casa.
Tengo pendiente enmarcar y enseñaros los míos.
Si estáis interesados en estas disciplinas, Elena y Luciana organizan
talleres en su espacio Shodo Creativo.
A la exposición Fiber Futures no pude dedicarle todo el tiempo que
hubiera querido.
Había obras dignas de contemplar un largo rato,
como la que os muestro en las tres siguientes fotografías.
Realmente magnífica esta especie de cascada de hilos que vistos de
cerca y con el fondo del techo negro parecen letras japonesas.
Y con paisaje del ventanal de fondo realmente insuperable.
¿No os parece?
Os recuerdo que podéis visitar la exposición hasta el 18 de mayo.