La vida de los objetos va y viene, lo que para unos es basura para otros es un tesoro. Es normal, nos cansamos de ver las mismas cosas a nuestro alrededor todo el tiempo, por eso hoy os enseño como han quedado, por fín, estas dos sillas recicladas sacadas de la basura.
Como darles una segunda vida a unas sillas viejas
Lo cierto es que las sillas no estaban en muy mal estado y tampoco eran tan viejas, así que solo les he hecho una renovación para que vivan algunos años más , en mi casa.
La verdad que encontrar las telas no fue tarea fácil, ya que no quería el típico tapizado de sillas que me ofrecían en las tiendas de tapicería a las que fuí y las pocas telas que me gustaron me parecieron un poco caras. Entonces, gracias a una amiga encontré un taller de tapicería artesano en el que además de tapizar muebles también venden telas que importan de otros países, la tapicera se llama la tienda. Así que un viaje a Madrid me dispuse a conocer el sitio y me encantó, además me encantan los trabajos que hacen, os recomiendo que le echéis un vistazo, ya que tiene tienda online, lo que es perfecto para las que no vivimos en Madrid. Aquí os dejo el enlace.
Una vez conseguida la tela tapizamos el asiento y el respaldo, el cuál al ser un poco más complicado por ser curvo tuve que pedir ayuda a Maritina,que aunque no se dedica a tapizar de forma profesional podría hacerlo porque lo hace fenomenal.
El respaldo de madera lo pintamos de blanco y las patas las reforzamos, porque estaban un poco sueltas, y después las lijamos y barnizamos con un barniz incoloro para que no cambiara el tono de la madera ya que nos gustaba tal como eran.
Y eso es todo, estoy encantada con mis sillas recicladas ya que el resultado final ha superado mis expectativas iniciales.
Y a vosotros que os han parecido estas sillas recicladas?
Si os gustan no dudéis en compartir.
Gracias a las personas que me han ayudado a terminar estas sillas, Manu, Maritina e Ines
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