En las afueras de Sidney se encuentra el barrio de Cronulla, lugar donde se ubica esta veraniega residencia, reformada por el estudio de arquitectura e interiorismo Amber Road. A pesar de que no me considero una amante del minimalismo, he aquí un ejemplo de que, en efecto, y como pontificó en su día Mies Van Der Rohe, menos es más.
imágenes: Amber Road – Fotografía: Prue Roscoe
Una de las claves es la acertada elección de las piezas. La paleta de color se basa en tonos neutros pero se ha contrastado con algunas paredes en negro que contribuyen a aportar dinamismo a su interior. De hecho, el minimalismo muchas veces se convierte en algo demasiado plano y aburrido pero en este caso lo que se ha conseguido es dotar al espacio de una elegancia exquisita.
La combinación de materiales también ayuda a ello: madera, cuero, metal, cemento pulido o el mármol escogido para revestir el suelo, conviven a la perfección. Las notas de color las ponen las alfombras de estilo bereber o por ejemplo, la mesa de centro lacada situada en el área del salón.
Si el interior ya es espectacular, las vistas que tiene la casa son de quitar el hipo. Puestos a soñar, voy a intentar imaginarme en el porche mirando al mar, tomándome una copa vino blanco, viendo el artadecer sentada en el balancín… Qué pocas ganas de despertar!