Sofás de piel, un clásico en el salón

El sofá es un mueble importante; no solo consigue reunir a todos los miembros de la familia para disfrutar de agradables momentos de ocio, sino que además nos proporciona necesarios momentos de descanso. Su elección es importante y las alternativas muy numerosas, destacando entre estas los sofás de piel.

Los sofás de piel ocupaban ya un lugar importante en los salones mas distinguidos en el siglo XIX. Hoy, siguen siendo los favoritos tanto por su diseño envolvente, como por la agradable sensación de confort que transmiten. Resistente al paso del tiempo, la piel aporta numerosas ventajas a estas piezas y también algún pequeño inconveniente. Hablamos hoy de todas ellas y compartimos con vosotros las últimas tendencias en este tipo de sofás.

Ventajas e inconvenientes

Los sofás de piel envejecen muy bien. Destacan tanto por su resistencia como por su capacidad para permanecer vigentes a pesar del paso de los años y de la existencia de nuevos y modernos materiales. Esta es probablemente la principal ventaja de los mismos frente a los confeccionados en otros materiales, pero no la única.

Duraderos. Éste tipo de sofá es mas duradero que un sofá tapizados, ya el desgaste es inferior.

Mejoran con el tiempo. Una de las características únicas de la piel es que mejora con el tiempo si se trata adecuadamente. La piel envejece aportando carácter al mueble y se vuelve mas flexible mejorando tanto la sensación de confort como su tacto.

De fácil limpieza. Limpiar el polvo con regularidad y eliminar las machas inmediatamente después de que se produzcan con un paño ligeramente húmedo es la clave para que nuestro sofá permanezca como nuevo. Las manchas no penetran como lo hacen en uno de tela, por lo que resultan mas fáciles de limpiar.

Hipoalergénicos. El polvo no penetra en el material por lo que los sofás de cuero son los ideales para personas asmáticas o con alergia al polvo.

Versátiles. El cuero es un material atemporal que combina a la perfección en estancias de diferentes estilos, tanto en las de estilo clásico cómo en otras vanguardistas y contemporáneas.


Antes hemos hablado de ventajas e inconvenientes. Conocidas las ventajas, ¿cuáles son los principales inconvenientes de los sofás de piel? El mayor inconveniente posiblemente sea su precio, aunque existen otros de carácter práctico que también pueden influir en tu decisión.

El precio. El precio de los sofás de piel suele ser mas elevado que el de un sofá tapizado.

El mantenimiento. Aunque resistentes ciertos cuidados son necesarios para mantener los sofás de piel en perfecto estado. Es recomendable, por ejemplo, aplicar dos veces al año cremas específicas que hidraten la piel y evite la aparición de grietas que forzarán que el sofá envejezca prematuramente. También debemos asegurarnos de que los sofás de piel no estén expuestos a la luz directa del sol o pegados a radiadores, ya que el calor intenso o la luz del sol podrían decolorar o resecar el cuero.

Frío y calor. Los sofás de piel tienden a ser fríos en invierno y calurosos en verano. Debes saber, sin embargo, que resulta menos evidente cuanto mayor es la calidad de la piel.

Tendencias en sofás de piel

Existen muchísimas posibilidades para decorar cualquier espacio de tu hogar con un sofá de piel. La elección de esta material no limita el diseño de esta pieza, por lo que las posibilidades de adaptarlo a un espacio y unas necesidades determinadas siempre jugarán a tu favor. Pero no hablamos hoy tanto de tipos de sofá como de estilos .

De estilo clásico

Símbolo clásico del diseño tradicional inglés, el sofá Chesterfield, se ha convertido en una pieza imprescindible para dar un aire distinguido al salón. Este sofá tapizado en capitoné es muy apreciado para decorar tanto ambientes clásicos como modernos, combinando con estilos tan diferentes como el estilo industrial, rústico o vintage. Aunque los sofás en color natural son los mas populares, los sofás Chester en color negro y granate son también numerosos.

Minimalista

Las líneas rectas y la combinación de la piel con el metal son claves de diseño de los sofás de estilo minimalista. Sofás que suelen fabricarse en tonos naturales (tostados suaves y caramelos ), pero que a diferencia de los anteriores es posible encontrar en una mayor diversidad de colores. Los encontrarás principalmente en estancias de estilo contemporáneo y monocromáticas con una estética sobria..



A pesar de ser las anteriores alternativas de tendencia, hay otro grupo de sofás que goza de una gran popularidad en nuestros hogares. Sofás voluminosos con un diseño envolvente que invitan a recogerse en ellos y que en color marrón decorar la mayoría de nuestros salones.

El color

El marrón es el color por excelencia para este tipo de sofá. Un color que simboliza el pasado, la familia y las raíces. Podrás combinarlo con muebles en maderas claras, alfombras en tonos tierra y cojines de tonos para lograr estancias cálidas y acogedoras y pintar las paredes de blanco si necesitas potenciar la luz.



Otros colores habituales en los sofás de piel son blanco y negro. Los sofás blancos son los favoritos para decorar estancias de estilo moderno, mientras que los negros, están ligados a aquellas con carácter industrial. ¿Y los verdes? Los verdes son perfectos para dar un toque natural a estancias decoradas de forma sobria en tonos grises, pero también para recrear ambientes de estilo bohemio.

Como habéis podido comprobar los sofás de piel son piezas muy versátiles que además nos ofrecen una gran durabilidad, aunque para ello, como todos los muebles, requieran ciertos cuidados. Cuidados, por otra parte, mínimos para un mueble tan importante y sobre el que se viven tantos momentos agradables.