Vamos a ver cuáles son sus ventajas y desventajas, qué aplicaciones decorativas permiten y dónde son más adecuados. ¡Ah! ¡Y te explicaremos cómo se extiende y qué accesorios son necesarios para que adopte formas tan bonitas!
Cómo son los suelos de hormigón impreso
Si alguna vez has paseado por unos jardines y te ha llamado la atención algún sendero con bloques desiguales que parecía auténticamente adoquinado, es muy posible que te hallases ante un camino hecho con hormigón impreso. Se trata de una técnica que trata el hormigón fresco con un mortero endurecedor continuo, aportándole colores y formas diferenciadas, por lo que es raro encontrar dos tipos de suelos de hormigón impreso iguales.Al final es la textura lo que distingue al pavimento impreso, ya que la utilización de diferentes moldes permite imitar el ladrillo, los adoquines, la tarima de madera, las lascas de pizarra, etc.
Cuáles son las ventajas del pavimento impreso
Es un material económico, que se instala en poco tiempo.Es muy resistente a la fricción y los golpes, aunque no tanto a la tracción, para lo que se puede reforzar con una estructura de varillas.
Es un suelo personalizable, tanto en color como en textura y formas.
Soporta las inclemencias meteorológicas, incluidas las heladas y la fuerte exposición solar, sin romperse ni decolorarse.
Se limpia fácilmente con agua, pero al tener irregularidades es preciso eliminar el polvo periódicamente. En caso de manchas persistentes, se aplica un detergente específico.
Aplicaciones ideales
Al contrario que el microcemento y otros tipos de suelos, como los laminados, que solo tienen aplicación en interiores, los suelos de hormigón impreso son perfectos para las zonas exteriores de la casa, desde el acceso al garaje a las aceras perimetrales de las viviendas unifamiliares, los senderos en el jardín, un patio e incluso una terraza.Además de en el ámbito residencial, los pavimentos de hormigón impreso también son muy adecuados para almacenes, naves industriales y centros comerciales.
Qué materiales imitan los suelos de hormigón impreso
Adoquines.
Tarimas de madera antiguas.
Planchoncillos de pizarra en negro o antracita.
Baldosas tradicionales.
Ladrillo.
Así se extiende el material
Se extienda una malla de acero con juntas perimetrales sobre el suelo limpio. Después se vierte el hormigón fresco y se fratasa para que no forme burbujas. A continuación se pigmenta el material y se alisa con una llana de acero. A continuación se superpone el molde impreso para que el dibujo quede grabado en el suelo. Finalmente se protege y sella el trabajo con un producto especial.Eso sí, ten en cuenta que poner suelos de hormigón impreso requiere de conocimientos y experiencia, por lo que no se recomienda hacerlo a no profesionales. La instalación suele ser económica, partiendo de unos 40-60 € el m2, aunque puede llegar a más de 100 € según las zonas y la complejidad del patrón que se quiera imprimir.
Y a ti, ¿qué te parecen los suelos de hormigón impreso? ¿Te animarías a poner uno en alguna zona al aire libre de tu casa?