La luz natural es una de las fuentes de energía y optimismo que consigue inundar cualquier estancia. Existen muchos trucos decorativos que te ayudarán a mejorar la entrada de luz natural, a la vez que conseguirás hacer que esta se refleje en cada una de las habitaciones.
Uno de los consejos para conseguir buena iluminación consiste en elegir el color de las paredes que cojan la mayor cantidad de luz natural posible. Esto se consigue con colores crema o blancos. Los acabados satinados son la mejor opción para un mayor aprovechamiento de la iluminación natural.
En cuanto al suelo, el mármol o microcemento son ambas posibilidades que te ayudarán a reflejar con mayor intensidad la entrada de luz natural. Y en cuanto a los muebles estos deben de ser de color claro, acorde a la tonalidad de la pared. El color blanco o la madera en tonos claros son un acierto seguro. El tejido de las cortinas también favorecerá la entrada de luz, es preferible elegir tejido de gasa o lino.
A la hora de elegir las puertas, es conveniente que estas sean acristaladas, de forma que la luz pueda filtrarse mejor. Y para un efecto más intenso no dudes en colocar un espejo frente a la ventana. La luz se irradiará hacia todos los rincones de la estancia y además le darán un aspecto de limpieza y amplitud. Una forma muy útil de darle más profundidad a las habitaciones pequeñas y de aprovechar toda la luz natural del día.
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