Ahora que las cosas se van estabilizando (y me refiero sólo a la pandemia, porque el mundo está del revés), apetece viajar de nuevo. Es un sector que ha sufrido muchísimo durante estos dos años, incluso algunos tuvieron que echar el cierre, y mientras, nosotros nos hemos visto privados de esa libertad tan necesaria, el coger la maleta y desconectar unos días, da igual la distancia, lo que cuenta es la experiencia. Así que hoy vuelvo con uno de esos espectaculares lugares para hacer una escapada, planificar unas vacaciones o lo que a cada uno se le antoje.
Los que ya me conocéis sabéis que si hay un sitio que literalmente me pone la mente en off durante una semana al año cada verano, es Portugal, así que no he ido muy lejos a buscar un hotel con encanto, este que traigo hoy está en el Alentejo y se llama Torre de Palma Wine Hotel.
Se erige sobre los restos de una casa que data de 1338. El equipo de arquitectura de João Mendes Ribeiro, se encargó de la rehabilitación. Han respetado las paredes encaladas de la antigua torre, en torno a la cuál, se han restaurado aquellas edificaciones que aún quedaban en pie y a las nuevas construcciones, se les ha dado un toque más contemporáneo con muros de mampostería y techos de hormigón.
A la sombra de estas ruinas romanas, se producen vinos artesanales del Alentejo, seña de identidad de Torre de Palma. La bodega se encuentra abierta para vistas y degustaciones, así como eventos. Como el vino se realiza de manera artesanal en el propio hotel, también permiten a los huéspedes participar del proceso de elaboración del mismo.
El interiorismo es obra de Rosarinho Gabriel. En la antigua casa se sitúan el salón y el restaurante Basilii, rindiendo homenaje a la familia que en su día vivió en la finca. El hotel cuenta con 19 habitaciones, desde los 20 metros cuadrados la doble, hasta los 84 metros la master suite. Cada tipología tiene una decoración distinta, excepto en las habitaciones más pequeñas donde se ha introducido algo de color, los neutros son los protagonistas. En todas ellas se combinan muebles antiguos, elementos tradicionales de la zona, piezas de madera que destacan sobre las paredes encaladas, obras de arte, piezas de decoración muy bien seleccionadas,… con la finalidad de que las habitaciones transmitan sensación de hogar.
Además, el hotel posee también piscina exterior y cubierta, spa, baño turco, servicio de masajes, establos, sala de conferencias y por supuesto, un entorno que quita el sentido.
¿Os han entrado ganas de viajar? Yo ya estoy haciendo la maleta…
Imágenes: Design Hotels
Suscríbete al blog por correo electrónico
Introduce tu correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir avisos de nuevas entradas.Dirección de correo electrónico:
Suscribir