El sistema de lectura táctil fue inventado por Luis Braille en 1825. El carácter está compuesto por seis puntos y cada letra tiene asignada una combinación concreta en relieve. La ausencia de puntos significa un espacio en blanco, mientras que las letras mayúsculas o los números requieren anteponer un carácter específico.
La rotulación de los accesos tuvo que variar para hacer frente a esta peculiaridad. En aras de la durabilidad, la impresión en cuatriconomía se realiza por la parte trasera de la placa de metacrilato, para así proteger la imagen. En este caso fue necesario colocar los puntos en la parte exterior, por razones obvias.
La señalización accesible no solo se circunscribe a los paneles informativos que muestran los puntos de entrada al edificio con facilidades para personas discapacitadas. También aparece en los carteles informativos para guiarse por las diferentes dependencias del Palacio de la Magdalena, que se extienden a lo largo de cuatro plantas.
Señalización braille en Cantabria y otras actuaciones
La inclusión de rotulación braille en los edificios públicos dota de autonomía a las personas con problemas de visión. En el caso del Palacio de la Magdalena, icono de Santander, esta actuación vino acompañada de una nueva rampa de acceso a la fachada oeste, la cual presentaba una pendiente demasiado pronunciada.
Al margen de la reducción en la inclinación, el Ayuntamiento procedió a la inclusión de pasamanos, barandillas, video portero y un sistema de apertura automático de las puertas. Por último, las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida fueron reubicadas.
El consistorio anunció que dará continuidad a esta línea de actuaciones con la próxima legada de audiosignoguías para personas con discapacidad visual o auditiva.
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