Hola a todos y bienvenidos al ecuador de la semana, otra que se nos evapora. Hoy venimos con truco y se me ha ocurrido rescatar uno que puse hace algo más de dos años.
Llevo una semana muy ajetreada, ayer tuve una comida familiar(si un martes, el único día que pudimos cuadrar horarios) y aunque tenía un post de truco en borrador, me puse con mi tío a revolver en un trastero y encontré unas cosas de plata que se habían puesto negras, y al verlas y saber que iba a intentar restaurarlas se me ocurrió rescatar el post por si no lo habíais visto, porque es un truco que a mí me ha ayudado a recuperar muchas cosas, vamos, que os explicaré como limpiar la plata que se ha puesto negra, o al menos como lo hago yo.
Y sin más rollo empezamos con el post marujil, jajaja.
Empiezo diciendo que no he inventado la coca-cola ni la pólvora, es solo una idea que a mí me ha resultado bien y espero que os sea útil.
Siempre he tenido cosas de plata, la plata me gusta mucho, en realidad me gusta muchísimo más que el oro, pero tiene un defecto, ennegrece.
Hace años, muchos, leí que poniendo los objetos de plata en un recipiente de aluminio con agua caliente y sal quedaban muy bien. Y por aquellas fechas también leí que sumergiendo la plata en agua caliente y bicarbonato en un recipiente de aluminio también quedaban muy bien, así que decidí arriesgarme y poner en una especie de flanera de aluminio que tengo agua calentita con un poco de sal y un poco de bicarbonato, me arriesgué a mezclar y ya solo quedaba revolver todo muy bien y dejar que mis pendientes, anillos y pulseras remojaran.
Tengo que decir que cuando los saqué y los froté un poco mis joyitas brillaban como el primer día.
Al descubrir esa fórmula quise limpiar también cosas que tengo antiguas, unas cositas que fui heredando, unos ceniceros, un candelabro, unos cubiertos, platitos y un adorno muy antiguo de plata que me habían regalado al nacer mi hija, todo cosas antiguas que tal vez careciesen de valor material pero tenían un gran valor sentimental para mí. Pero claro, no cabían en la flanera y no podía aplicarles el inventito pues necesitaba un recipiente grande.
Estos son algunos de los objetos antiguos, el cenicero griego es el más moderno y lo traje yo de Grecia hace 26 años, jejeej, el resto tiene mucho tiempo y estaban negros y poco a poco los fui restaurando, ahora están mucho mejor.
Así que me puse a buscar una solución ya que estaba en modo on con la limpieza de plata. Y como de costumbre San Google me salvó.
Buscando encontré en algún lugar, no recuerdo muy bien donde porque fue hace tiempo, en el que me daban la solución. Solo tenía que forrar un recipiente del tamaño adecuado con papel de aluminio, vamos el Albal de toda la vida y luego hacer lo mismo que en el recipiente de aluminio, sal y bicarbonato con agua caliente.
Solo necesitamos sal, bicarbonato y papel de aluminio.
Y de veras os digo que el resultado es muy bueno, yo había probado con pasta de dientes y con una pasta hecha de bicarbonato y aunque no quedaban mal era como muy engorroso mientras que esto último no llevaba ninguna complicación, era remojar y luego frotar mientras se secan las piezas.
La única recomendación es usar un papel de aluminio un poco bueno, tiene que llevar aluminio porque sino la reacción química ya no es la misma y yo no sé si el de los bazares o marcas blancas será igual, es cuestión de leer los envases y comparar.
Yo que antes solo usaba algodón mágico(y lo sigo usando para algunas cosas) ahora soy una fan de este invento, he recuperado cosas de mis abuelos que estaban ennegrecidos porque las limpiaba mal, se me metían las pastas esas caseras por los adornos y quedaban fatal porque no podía sacarlas, grrrrr.
Pues ayer de noche, mientras hacía la cena, después de terminar la comida familiar que duró hasta las nueve de la noche, jejeje, metí las cositas que encontré en el trastero en un recipiente grande forrado con papel de aluminio con el bicarbonato y la sal mezclados con agua caliente y las dejé hasta que terminé de prepararlo todo. Y después de cenar las saqué y froté un poco con un trapito y han quedado genial.
Estoy muy contenta porque entre otras cosas encontramos unos anillos de plata infantiles que eran de mi hija, y aunque no los va a usar ahora me gusta tenerlos guardados con buen aspecto, me traen muy buenos recuerdos.
Si tenéis marcos de fotos o pendientes y pulseras de esas que no usáis y se han quedado negras os recomiendo el truco, al menos a mí me encanta, que ya estaba harta del algodón mágico, jejeje.
Bueno, pues hasta aquí el post de hoy, que he escrito casi sobre la marcha, plagiándome a mí misma una parte del antiguo y retocándolo.
Mil gracias por leerme y nos vemos mañana con alguna reflexión, a ver que se me ocurre que las musas me están dejando bastante de lado.
¡¡¡¡¡Hasta mañana!!!!!