Hoy comparto una casa en Sag Harbour, Nueva York, que no puede ser más peculiar, por su mezcla, de arte, objetos curiosos, muebles antiguos, esculturas clásicas, pieles...todo sobre una base, como no, neutra, paredes blancas, suelos de madera recuperada, viguetas vistas, muros de ladrillo pintados, y luz, una luz maravillosa que lo inunda todo y resalta cada rincón y cada objeto.
Entramos?!
Como veréis, la casa está llena de alfombras que delimitan espacios en algunos casos y en otros son simplemente decorativas, que enfatizan el carácter que se ha querido dar a una estancia o rincón.
Cada mueble y cada objeto, tiene el espacio necesario para respirar y tener protagonismo en sí mismo, cada detalle cuenta y no queda perdido!!
En una casa, con semejante personalidad, no podían faltar las flores frescas y las plantas, siempre tiene que haber! el verde natural de las hojas, va con todo, o no?
En general es una casa bastante sobria, pero relajada, y las zonas más funcionales, abandonan un poco la teatralidad, para dar servicio...eso sí, de la manera más glamourosa!
Estas sillas tapizadas con rayas me enamoran en ese espacio de la cocina, qué os parecen a vosotros?
El trabajo de los interioristas y decoradores de ASH NYC, no me puede gustar más y aquí han hecho pleno, contadme, qué os parecen estas casas tan eclécticas y con tanta mezcla?
Y como últimas fotos, mis rincones preferidos, con una teatralidad exquisita, que ya quisiese yo para mi humilde morada (nota mental: darle vueltas a mi propia cueva)
Os espero en los comentarios y os aviso, de que la semana que viene me tomo unas minivacaciones, aunque me podéis seguir como siempre en la redes sociales, pinchando en los iconos correspondientes de la barra latera, os lo contaré todo todito allá donde esté! Necesito para unos días y coger algo de fuerzas, jeje.
Mil besos y sonrían gente bonita!!
Mónica t.
***fuente_ est magazine