Anoche ojeando la revista AD, me encontré con el precioso refugio que tiene Bruno Frisoni en Tánger, un impresionante ejemplo de mescolanza de estilos con un resultado equilibrado y elegante. En particular me dejó maravillada el salón de la foto superior, no puede ser más bonito. Así que me dirigí a buscar una foto para guardarla en mi archivo y me encontré con la foto que os muestro más abajo.
Es el mismo salón, pero ¿no parecen totalmente distintos?, huelga decir que la foto superior es bastante más luminosa y eso juega a su favor.
Si os fijáis, el único elemento que se ha introducido en esta preciosa estancia con suelo y chimenea de mármol, y con un precioso azul grisáceo en las paredes rematadas con unas sutiles cortinas de lino, es el sofá de terciopelo azul, el resto de elementos son prácticamente los mimos. Las sillas cambiadas de posición, los sillones al lado opuesto con un nuevo respaldo tapizado, la misma alfombra y mesas de centro, el mismo jarrón con otras flores, los mismos pajarillos egipcios... Sólo la inclusión del sofá y un par de elementos secundarios como el taburete y un jarrón más sobre la chimenea que equilibra el conjunto, han dado un carácter totalmente distinto a la estancia con un toque más invernal.
Yo me quedo con el salón de la foto superior, con cuál te quedas tu.