Para comenzar necesitaremos una caja de madera, en este caso se ha empleado una de fresas, pintura blanca y marrón, plantillas de estarcir, cola blanca de carpintero o tapaporos, pincel, cuatro tornillos para atar las cuerdas, cuerda y destornillador. Todos estos productos los podemos encontrar en cualquier tienda de manualidades.
Una vez pintada la caja, tenemos que colocar la plantilla con las letras encima de la misma y empezar a pintarlas. Para dar el estarcido, FORFORIA nos aconseja dar pequeños toques con el pincel de forma perpendicular para rellenar toda la plantilla. En este punto también podemos dejar que los niños hagan algún pequeño dibujo o detalle.
El siguiente paso es hacerle unas asas para poder colgarla sin problemas. Para esto necesitamos poner un tornillo en cada esquina de la caja y trenzar una cuerda. De este modo podremos colgar el semillero en la terraza o desplazarlo cómodamente por el jardín. Este paso es mejor que lo hagamos nosotros, aunque la cuerda sí puede ser trenzada por los niños.
La cesta ya está acabada y el resultado es perfecto. Además, seguro que queda genial en cualquier jardín y como son muy fáciles de hacer podemos copiar la idea para otras estancias. Por último, Forforia ha forrado el interior de la caja para darle un aspecto más alegre y colorista. ¿Os gusta?
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