Hace muy poco y con motivo del día de la mujer, una de mis amigas colgó una foto de un mural que habían puesto en el centro de educación secundaria donde trabaja. Eran los fragmentos finales del poema “Soy una mujer de colores” de Arantxa Oteo, que me encantaron. Os invito a leerle completo, es una maravilla. Le dije a mi amiga que haría una lámina y la colgaría en el cuarto de mis hijas, y aquí está amiga, no he hecho una lámina sino tres, con los tres últimos fragmentos del poema, decorarán estupendamente su cuarto a la vez le recordarán lo importante que es valorarse como mujeres.
Cuando se tienen hijas adolescentes y el mundo está como está, hay ciertos temas que te preocupan mucho, o más bien muchísimo. Además de ser buenas personas, mi objetivo es que mis hijas sean felices y que se valoren. Esta última cuestión la considero esencial para conseguir la primera. Desde muy pequeñas, tanto su padre como yo, les hemos inculcado la importancia de saber valorarse como mujeres, de hacerles ver lo inaceptables que son determinados comportamientos machistas. Es increíble y a la vez me espanta, los resultados que arrojan algunos estudios o encuestas realizadas entre adolescentes, donde queda patente una violencia sexista terrible, acentuada con las nuevas tecnologías, donde “el principie azul” controla totalmente la vida de “la princesa” porque se suele portar mal y es un poco díscola.
Dicen que es difícil detectar estas situaciones en nuestras hijas cuando lo están viviendo, así que creo que lo único que nos queda es educarlas haciéndoles ver que son mujeres libres, que nadie les puede hacer prisioneras y que las únicas que deciden sobre sí mismas son ellas. No está de más decorar una pared con este poema, recordarles que son mujeres de colores y que nadie puede volverles grises.
Las láminas están en formato cuadrado preparadas para hacer una composición en la pared con tres marcos, espero que os gusten y que sigáis siendo siempre ¡mujeres de colores!.
Para descargarte las láminas: pincha sobre la imagen ;)