Cuando he visto esta villa en el Sardinero, Cantabria, no he podido resistirme a enseñárosla, en cuanto la veáis entenderéis el porqué. Se trata de un bien protegido de los años 40, por lo que durante la rehabilitación tuvieron que conservar muchos de los elementos originales del exterior. De todo ello se encargó el estudio de interiorismo Aedificare. La distribución interior sin embargo, es completamente nueva. Se reservó la orientación sur para las zonas de día, el salón, la cocina y el comedor, este último se encuentra en una habitación separada ya que en un momento dado puede hacer de habitación polivalente y convertirse en cuarto de invitados.
A pesar de encontrar mobiliario de distintos estilos, todo queda unificado gracias al uso de las telas, mismos colores y estampados se reparten por toda la casa consiguiendo un efecto de conjunto. Me encanta el contrapunto que ponen los toques de hierro o el color negro, no sólo por el cerramiento (que aunque no lo parece es un diseño en perfilería de madera lacada), sino también el radiador negro modelo Tesi, de Irsap., o la estufa de hierro fundido Craftsbury, de Hergom. Hablando del cerramiento, se ha diseñado con un vano central que sirve como barra de desayunos con una preciosa encimera de mármol Macael, y dos puertas a cada lado para permitir la ventilación cuando se requiera. Los preciosos taburetes son de Mundo del Taburete.
Tanto en la terraza, donde se han pintado los muebles del mismo color que la barandilla de la fachada para no desentonar, como en el dormitorio, seguimos con el mismo concepto en cuanto a color.
En el dormitorio principal al ser pequeño, se ha apostado por prescindir de puertas en los armarios y sustituirlas por estores de fibras, una solución práctica y que de nuevo evoca cierto estilo estival. La cama lleva un cabecero de obra de tal manera que deja un pasillo que hace las veces de vestidor. Los textiles son de Pepe Peñalver.
Mención aparte merecen los baños, ya sabéis cómo me gustan los muebles sacados de contexto y este es el perfecto ejemplo de ello. Se buscó una consola antigua a la que se le acopló un sobre de mármol a medida, se vistió con un lavabo de corte clásico con filo dorado de Bathco, se añadieron griferías encastradas también doradas de Nobili, se complementó con apliques de MisterWils y accesorios de Zara Home. El espejo es de El Corte Inglés. No me puede gustar más el resultado. En el siguiente baño destacan sus azulejos en forma de escama en color turquesa, son de Complementto, el resto de elementos son de las mismas firmas que se han utilizado en el otro baño.
Con esta casa he vuelto a enamorarme del azul y también me ha recordado la necesidad que tengo de ver el mar, pero de momento no me queda otra que esperar.
Imágenes: Aedificare / Mi Casa
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