Como ya os comentaba ayer en mi cuenta de instagram el Home tour de hoy lo dedicamos a una vivienda ecléctica con mucho color, quizás demasiado en ciertas habitaciones. Pero lo cierto es que el salón comedor por si solo es merecedor de un artículo.
La vivienda en cuestión es un chalet urbano adosado situado en Madrid transmite un sensación de casa de campo envidiable. ¿Quieres acompañarme por cada una de sus estancias?
Envuelto en unas paredes gris azuladas y un suelo en mármol blanco, el salón comedor es una estancia que enamora, tanto por su mobiliario y atmósfera, como por su distribución en dos zonas a distinto nivel y separadas por un muro a media altura, toda una clase de clásico interiorismo.
La mezcla de mobiliario contemporáneo, colonial y étnico consigue un ambiente ecléctico maravilloso en colores que combina el frió de los grises y azulados con el cálido de los tierras, naranjas y rojizos, todo ello por supuesto con una gran dosis de blanco de fondo.
Además de la mezcla de estilo y colores hay que sumar el mestizaje de materiales naturales como el rattán o madera, con los elementos metálicos y nobles como el mármol........pura inspiración bañada con la luz natural que atraviesa sus inmensos ventanales.
Cada pieza de mobiliario, textil o complemento decorativo se ha seleccionado con esmero y ello se refleja en el maravilloso espacio ecléctico que se ha creado en el salón comedor.
Tanto las paredes del salón comedor que acceden al pasillo como las puertas de paso son de paneles de estilo japones acristalados, aportando luz al pasillo y quitando la sensación de estrechez a este, tal y como os comentaba en el post de ayer como decorar un pasillo estrecho.
Ahora nos adentramos en las estancias que derrochan color, como ya te he comentado al principio de este post para mi gusto un poco en exceso.
En la cocina el blanco impoluto de los armarios resalta aún mas gracias a la encimera y trasera en azul vibrante, al igual que el suelo. Seguro que no os deja indiferente.
En la planta superior nos encontramos los dormitorios. Empezamos por el principal, una gran habitación abuhardillada en la que conviven muebles contemporáneos con piezas de anticuario todo ello coordinado en blanco y toques atrevidos en turquesa intenso y color mostaza.
Ese tono turquesa intenso se adentra también, en el baño contiguo en forma de gresite tanto en el suelo como en las paredes.
Es innegable que los propietarios de este chalet adosado no tienen miedo al color, azul intenso en las paredes del dormitorio del hijo y rosa chicle en el de su hija.
Si podemos apartar la vista de estos colores vibrantes podremos apreciar detalles muy bonitos en cada uno de los dormitorios como; la preciosa lámpara y la tienda india de tela en el primero o la tabla de surf adornando la pared en el segundo y la maravillosa lámpara que cuelga del techo en este mismo dormitorio rosa chicle.
Vía
¿Que te ha parecido este chalet? Seguro que no te ha dejado indiferente.
Mañana os espero, los sábados también hay publicación.
Me puedes seguir en