Molan los ambientes auténticos, con su luz tenue y su calidez. Mola España con su sol y sus días luminosos. Molan los olivos del sur y las nubes del Cantábrico. Los pueblos de piedra y las casas blancas. No sé porqué a veces nos empeñamos en ser lo que no somos, como si no tuviéramos bastante belleza a nuestro alrededor.
Yo no soy purista. Y con el tiempo he aprendido a que me guste lo que me rodea sin renunciar a ello. La obsesión por ser original es un arma de doble filo y aunque estimula la creatividad, también nos hace despreciar cosas que nos gustan, sólo por que no son originales.
Seamos auténticos, ¿hay algo más original?
Fotos: Isabel Escauriaza Instagram @ebomonline